HOMS. Diez personas murieron ayer en esta provincia central - Reuters

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Las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, reforzaron ayer sus posiciones con un amplio despliegue de seguridad en las afueras de Damasco, donde aumentó la represión, según denunciaron los opositores.

Áreas como Arbin, Guta Este y Samalka, en los alrededores de la capital, son objetivo de ataques de los seguidores del régimen, que el viernes recobraron el control de las afueras de Damasco tras enfrentarse a militares desertores pertenecientes al Ejército Libre Sirio (ELS).

La Comisión General de la Revolución Siria denunció que los soldados y efectivos de seguridad dispararon ayer indiscriminadamente contra varias viviendas en Samalka, mientras que Arbin es blanco de los bombardeos de las fuerzas armadas, que han detenido a decenas de personas.

Esa información fue confirmada por una activista dentro de Siria, que pidió el anonimato, y que dijo a Efe que los tanques del Ejército irrumpieron en Arbin, Samalka y en Guta Este, donde se oían explosiones y bombardeos.

En Guta Este, que está cercada desde hace cuatro días, hay un "despliegue de seguridad sin precedentes", según los opositores Comités de Coordinación Local, que destacaron que en los últimos días fallecieron al menos 39 personas en esta zona, de la que muchos vecinos han huido.

Los Comités acusaron a las fuerzas progubernamentales de llevar a cabo represalias contra algunas familias, cuyas viviendas y tiendas han sido destruidas y saqueadas en Guta Este, donde servicios básicos como la electricidad, el agua y las comunicaciones están cortados.
treinta fallecidos

Al menos 30 personas, entre ellas dos menores, fallecieron ayer en Siria en varias acciones de represión de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, según los opositores Comités de Coordinación Local (CCL).

El grupo opositor informó en un comunicado de la muerte de catorce personas en la provincia septentrional de Idleb, diez en la central de Homs, tres en los alrededores de Damasco, dos en la meridional de Deraa y una en la capital.

Estos nuevos ataques contra los civiles coinciden con un amplio despliegue de seguridad en las afueras de Damasco, después de que las fuerzas leales al régimen recuperaran el control de esta zona.

La ofensiva más sangrienta se centró en la provincia de Idleb, uno de los principales feudos opositores, donde estallaron violentos enfrentamientos entre las tropas y el Ejército Libre Sirio (ELS), que agrupa a los desertores.

El bombardeo contra la población de Saraqeb, que afectó a una escuela, una panadería y tres viviendas, dejó un elevado número de muertos y heridos, según los CCL, que no precisaron la cifra exacta de víctimas.

También está siendo atacada con armamento pesado la localidad de Jan Sheijun, lo que desencadenó choques entre el ejército y los desertores.
Entre las víctimas mortales de Idleb hay cuatro soldados, que fueron ejecutados por las fuerzas de seguridad.