Homs. La ciudad siria de mayoría rebelde volvió ayer a ser bombardeada por las fuerzas de Al Asad - Reuters

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Estados Unidos y la Unión Europea no están dispuestos a conceder más tiempo al régimen sirio de Bachar al Asad y dieron ayer sus primeros pasos unilaterales en una ofensiva diplomática que llega en paralelo a nuevos bombardeos sobre la ciudad rebelde de Homs.

Ante el bloqueo de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, Washington, Bruselas y Londres anunciaron diferentes medidas diplomáticas que refuerzan el aislamiento de Damasco ante una escalada de la violencia que a día de hoy se antoja imparable.

Estados Unidos ha argumentado "motivos de seguridad" para cerrar ayer mismo su legación en Damasco, una noticia que se esperaba hace tiempo pero que el hostigamiento de los últimos días sobre la población civil en Homs ha acelerado.

Mientras, la Unión Europea anunció que estudiará nuevas sanciones contra Damasco, que deberán adoptarse antes de la próxima reunión de ministros de Exteriores, prevista para el día 27 de febrero, aunque por el momento mantiene a sus embajadores en la capital siria.

Londres se sumó a estos anuncios con la decisión de llamar a consultas a su embajador en Damasco, aunque tampoco cerrará su legación.

También los países árabes, que en el conflicto sirio parecen ir de la mano con Occidente, mostraron su rechazo a la violencia en Siria, en boca del secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi

"Seguimos con mucha preocupación e irritación la situación sobre el terreno en Siria, la escalada de las operaciones militares y el uso de las armas pesadas por parte de las fuerzas sirias contra los civiles", afirmó Al Arabi en el Cairo.

La estrategia estadounidense y europea sigue por ahora las pautas que el Consejo Nacional Sirio (CNS), la mayor organización opositora en el exilio, trazó después de que Moscú y Pekín vetasen una resolución de condena contra Siria.