El presidente asegura que mantendrá la reforma laboral - Archivo

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hizo ayer una cerrada defensa de las reformas que está aprobando, entre ellas la del mercado laboral, porque las considera "justas y equitativas" y porque cree que abdicaría de su responsabilidad si no las pusiera en marcha.

Rajoy defendió esas reformas en su intervención en Oviedo en el acto de presentación oficial de Mercedes Fernández como candidata del PP a la presidencia asturiana en las elecciones del próximo 25 de marzo.

El jefe del Ejecutivo consideró plenamente válido el objetivo con el que concurrió a las elecciones del 20 de noviembre, lograr el crecimiento económico y crear empleo, y por ello aseguró que va a seguir adoptando decisiones que son un instrumento para llegar a esa meta.

"Esa va a seguir siendo nuestra guía", garantizó antes de recordar que la creación de empleo aumenta el número de contribuyentes y, por tanto, ese dinero revierte en ámbitos como el de la sanidad o la educación públicas y el de las pensiones.

Frente a quienes ha dicho que se limitan a expresar buenas intenciones, recalcó que su Gobierno pretende hacer cosas para que esas intenciones se plasmen en realidades.

Rajoy volvió a reconocer que todas las reformas que se están aprobando -"más en siete semanas que en los siete años anteriores", precisó- no van a surtir efecto "en media hora", pero sí van a fijar unos cimientos sólidos para la recuperación.

En su repaso a las reformas aprobadas se detuvo en la del mercado laboral un día después de que el PSOE advirtiese de que la recurrirá ante el Tribunal Constitucional si no se modifica.

Rajoy aseguró que la mantendrá porque la considera necesaria y, tras reconocer el derecho a criticarla, señaló que él tiene el derecho y el deber de explicar a los ciudadanos una norma que considera indispensable.

"Hemos intentado hablar, hemos escuchado, hemos dialogado, pero lo que no puede hacer un Gobierno es abdicar de sus responsabilidades", reiteró antes de precisar: "En 2012 necesitamos mucho más. Hemos de tener una legislación como el resto de países europeos".

Citó también la reforma del sistema financiero y el hecho de que se haya limitado el sueldo de sus directivos cuando el Gobierno anterior no lo hizo.

Son todas ellas reformas que ha dicho que no se hacen por fastidiar, sino para conseguir la recuperación económica.

En consecuencia, garantizó que habrá más reformas, entre ellas la próxima ley de transparencia que exigirá responsabilidades a los gestores públicos.

Rajoy destacó el plan del Gobierno para que las administraciones paguen las deudas que tienen contraídas con los proveedores y ratificó su compromiso con la austeridad, así como con la "justicia e igualdad" de sus decisiones.

De ahí que, según explicó, se hayan reducido todas las partidas de los presupuestos menos la de pensiones, y la subida del IRPF -que volvió a reconocer que fue una decisión "desagradable" para él y que desaparecerá dentro de dos años- tenga un claro carácter progresivo.

"Hemos hecho lo que teníamos que hacer", enfatizó al tiempo que explicó que, con sus medidas, el Gobierno pretende transmitir una imagen de "seriedad, sentido común y valores".