Dolor. Parientes y maestros desolados a su llegada al colegio belga Sin Lambertus, donde estudiaban los niños - Reuters

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Veintidós escolares belgas encontraron la muerte en el túnel de una autopista del sur de Suiza cuando regresaban de unas vacaciones de esquí en los Alpes, en un accidente de autobús que ha conmocionado a ambos países.

Seis adultos fallecieron en el siniestro, ocurrido cuando el autocar en el que viajaban por la autopista A9, a la altura de la localidad de Sierre, se empotró a las 20.15 horas GMT del martes contra una pared del túnel por razones que aún se desconocen.Otros 24 niños, todos ellos de en torno a los 12 años, resultaron heridos de diversa consideración y fueron ingresados en varios centros hospitalarios, a donde acudirán sus familiares, que viajaron a Suiza en aviones militares.El primer ministro belga, Elio di Rupo, que se declaró "consternado" por la tragedia, viajó también a Suiza para trasladarse a la ciudad de Sion, a unos 15 kilómetros del lugar del siniestro, donde recibirá a las familias de los fallecidos.

La delegación belga viajó acompañada por un equipo de psicólogos para atender a los padres de los niños, que debían haber llegado en la mañana de hoy a sus casas tras unas vacaciones en el valle de Anniviers junto a otros escolares de colegios del norte de Bélgica.
El presidente de la comuna de Sierre, François Genoud, declaró a Efe que se trata de "un drama posiblemente sin precedentes en Suiza", una "catástrofe terrible" que ocurrió cuando el autobús "apenas había recorrido una docena de kilómetros" por la autopista.
Se trata del segundo accidente de carretera más grave de la historia de Suiza, tras el que costó la vida a 39 personas en el año 1982 cerca de Zúrich (norte del país), cuando un autobús fue arrollado por un tren en un paso a nivel sin barreras.

Genoud aseguró que el túnel en el que ocurrió el accidente, inaugurado en noviembre de 1999 y con 2,5 kilómetros de longitud, "no es más peligroso que otros lugares de la carretera", aunque reconoció que en ese tramo han ocurrido algunos siniestros menores.
No obstante, subrayó que la calzada estaba "en muy buen estado", que no había mucho tráfico a esa hora y que el impacto ocurrió en un "tramo recto", por lo que "es difícil comprender lo que pasó".

Genoud explicó que en las tareas de rescate de las víctimas del accidente del autobús, que chocó por razones que se desconocen contra la pared de un túnel de la autopista A9, participaron unas 200 personas, entre bomberos, policías y personal médico.
"Se ha establecido un dispositivo de ayuda psicológica para estas personas", que tardaron horas en sacar de los hierros retorcidos del autobús a las 28 víctimas mortales y a los 24 heridos.

Los dos conductores del autobús figuran entre los fallecidos.

Los heridos más graves quedaron ingresados en el Centro Hospitalario Universitario de Vaud (CHUV) de Lausana y en el hospital de la Isla de Berna, la capital del país, y no se descarta que se produzcan nuevos traslados de los heridos con complicaciones.

El Gobierno belga informó de que los conductores habían llegado el lunes a Suiza para el transporte de los escolares y sus monitores, y que el accidente ocurrió tras solo una hora de ruta, por lo que el cansancio no debería ser la razón del accidente.

Tras haberse efectuado el análisis de los tacógrafos, el fiscal del cantón de Valais, Olivier Elsig, afirmó ayer que el autobús belga accidentado en Suiza circulaba a la velocidad permitida cuando se empotró contra la pared del túnel,