"No es la estación final de nada". Con estas palabras los secretarios generales de CC.OO. y UGT advirtieron al Gobierno de que si no modifica "sustancialmente" la reforma laboral y corrige los recortes será el inicio de un "conflicto ascendente y prolongado". Asimismo, los líderes sindicales pidieron a Mariano Rajoy volver a sentarse a negociar. En Madrid se llevó a cabo una multitudinaria manifestación, como acto central de un total de más de 110 concentraciones en toda España, en la jornada de huelga general de ayer jueves.
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, proclamaron que la de ayer jueves 29 de marzo fue una "gran huelga", al tiempo que advirtieron sobre otro nuevo paro.
Las declaraciones tuvieron lugar al término de la marcha de Madrid, en la que miles de personas, hasta 900.000 según los sindicatos convocantes, salieron a la calle para rechazar la reforma laboral y los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy bajo el lema "Quieren acabar con todo".
La manifestación, el acto central de un total de más de 110 manifestaciones en toda España, terminó en la Puerta del Sol como colofón a esta sexta huelga general de veinticuatro horas de la democracia y que supuso una de las mayores concentraciones de los últimos años en la capital española.
La marcha arrancó pasadas las 18.30 horas junto al Palacio de Correos en un ambiente festivo, marcado por los pitos y las banderas con las siglas de los principales sindicatos, además de las habituales republicanas y otras de apoyo a colectivos como el de gays y homosexuales.
Los ciudadanos no dejaron de corear consignas a lo largo del trayecto como "Así, así ni un paso atrás. Contra la reforma laboral, huelga general". También se entonaron cánticos contra la prioridad de rebajar el déficit público y la situación que sufre España en los mercados internacionales.
La jornada de huelga, tuvo un seguimiento desigual -mayor en la industria y más limitado en el comercio, los servicios y, sobre todo, en el sector público. Los sindicatos sostienen que el apoyo de los trabajadores fue masivo, superior incluso al registrado en la que se convocó en 2010 contra la reforma de José Luis Rodríguez Zapatero, un análisis que rechaza el actual Ejecutivo.
UGT y CCOO sitúan la media en el 77 por ciento, aunque precisan que en algunos sectores, como la industria, la huelga tuvo un seguimiento muy alto, cercano al cien por cien, y en otros el porcentaje fue bastante inferior, en especial en la Administración Pública.
Por comunidades, los sindicatos lograron el mayor apoyo en el País Vasco, Galicia, Navarra y Asturias.
La directora general de Política Interior, Cristina Díaz, repitió que el impacto de la huelga fue "muy moderado", inferior al de otras convocatorias.
Según sus datos, el seguimiento ha sido del 16,71 % en la Administración General del Estado, del 19,42 % en las administraciones autonómicas y del 15,24 % en las entidades locales.
Díaz aseguró que los servicios mínimos se cumplieron con creces, en especial en Madrid y Barcelona, donde alcanzaron límites cercanos a los de un día laborable normal.
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