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Las deudas fiscales relacionadas con cuentas en el extranjero no prescribirán. Así figura en el anteproyecto de ley del plan de lucha contra el fraude fiscal aprobado ayer por el Gobierno. La Agencia Tributaria podrá liquidar así este tipo de deudas independientemente de cuando sean detectadas.

Asimismo, las rentas descubiertas que no hayan sido declaradas se imputarán al último periodo impositivo entre los no prescritos. Además, Hacienda podrá tomar medidas cautelares para evitar que los deudores se declaren insolventes. En los tribunales hay expedientes fiscales abiertos por 6.000 millones pendientes de cobro.

El Gobierno decididó ayer sacar del sistema de módulos a profesionales como fontaneros y cerrajeros para limitar el uso de facturas falsas; decretó que las cuentas no declaradas no prescriban y reforzó las medidas cautelares que puede tomar la Agencia Tributaria contra presuntos defraudadores.

Son medidas incluidas en el anteproyecto de ley de medidas de lucha contra el fraude fiscal al que dio luz verde el Consejo de Ministros, y que también limita, por primera vez en España, el uso de efectivo en operaciones en las que intervenga un profesional a 2.500 euros.

La cantidad se elevará a 15.000 euros cuando el pagador sea un particular no residente, con el fin, según el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, "de favorecer al turista que viene a hacer compras en España".

Montoro explicó que con estas medidas se trata de ganar equidad tributaria e incrementar la recaudación, aunque evitó un cálculo sobre los posibles ingresos.
"Por supuesto aumentará la recaudación, pero no queremos incluir ninguna cifra que no tenga las mayores garantías" aseguró el ministro, para quien el principal objetivo es conseguir la mayor credibilidad para los presupuestos generales del Estado.

En el anteproyecto de Presupuestos de 2012 el Gobierno eleva a 8.171 millones de euros la recaudación mediante las acciones antifraude.

La salida de determinados profesionales del sistema de módulos (que pagan una cantidad fija en función de diferentes factores, como metros de local, número de trabajadores y otros, no de su facturación) era una reivindicación de colectivos de inspectores de Hacienda que identifican este sistema con un "nido de facturas falsas".

Con el régimen de módulos, el cálculo de los beneficios y del IVA a ingresar por el empresario no está relacionado con su facturación, lo que implica que si emite facturas falsas no tiene que pagar más a Hacienda.

Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2013 -fecha prevista de la entrada en vigor de la mayoría de estas medidas- se excluye a los empresarios o profesionales que facturen menos del 50 por ciento de sus operaciones a particulares y cuyo volumen de rendimientos íntegros del año anterior sea superior a 50.000 euros..

Quedan fuera por lo tanto las actividades como carpintería, confección, fabricación de artículos de ferretería, industria del mueble de madera, revestimientos, trabajos en yeso o escayola, albañilería, cerrajería, fontanería o pintura.