La prensa ucraniana publicó ayer fotos en las que se aprecian los moratones sufridos por la líder opositora, Yulia Timoshenko, supuestamente a manos de los funcionarios de la prisión donde cumple siete años de condena por abuso de poder.
En dos de esas imágenes, tomadas el miércoles, la ex primera ministra presenta varios moratones y rasguños a la altura del estómago, donde asegura que recibió un "fuerte puñetazo" cuando los funcionarios la obligaron a ser trasladada a una clínica para seguir tratamiento médico.
También en sendas fotos aparece con lesiones en un brazo y un codo, que supuestamente le infligieron el pasado viernes tres hombres cuando se negó a abandonar la cárcel de la ciudad oriental de Járkov para someterse a rehabilitación por la hernia discal que padece.
La defensora del pueblo ucraniana, Nina Karpachova, distribuyó esas imágenes entre los embajadores de la Unión Europea (UE), que ha sido muy crítica con el trato dado por el Gobierno local a la carismática opositora.
En cambio, los expertos forenses mantienen que Timoshenko no pudo haber sufrido esas lesiones hace una semana y que las fotos no pueden ser utilizadas en ningún caso como prueba judicial.
El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, aseguró la víspera que ordenó a la Fiscalía General que investigue el presunto maltrato a Timoshenko.
Con todo, la Fiscalía de Járkov declaró esta misma semana que no existe prueba alguna de que la ex primera ministra hubiese sido golpeada.
"La persona se vistió, se acostó en la cama y dijo: 'No voy a ninguna parte'. Según el Código Penal, los miembros del servicio penitenciario tienen derecho a recurrir a la fuerza: la cogieron en brazos, la llevaron en coche y la condujeron al hospital", aseguró Víctor Pshonka, fiscal de la ciudad de Járkov.
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