Jubileo. La reina pasea en carroza por el Mall dentro de las ceremonias para celebrar su 60 aniversario como soberana - Reuters

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Arropada por una impresionante multitud, la reina Isabel II de Inglaterra cerró ayer la histórica celebración de su Jubileo de Diamantes desde el balcón del palacio de Buckingham sin su esposo, el príncipe Felipe, que sigue hospitalizado.

Más sonriente que el lunes, la soberana británica, de 86 años, culminó en Londres unos actos meticulosamente planeados y ejecutados durante los últimos cuatro días en todo el país, que han dado lugar a unas celebraciones multitudinarias con motivo de sus 60 años en el trono.

En un breve mensaje por televisión, Isabel II agradeció a los británicos el apoyo popular que le han brindado en su Jubileo, por el que se confesó "profundamente emocionada" y llena de "humildad".

"Me ha emocionado profundamente que tantas miles de familias, vecinos y amigos lo hayan celebrado juntos en una ambiente tan festivo", dijo la Reina en un mensaje emitido simultáneamente en las cadenas de televisión y radio del Reino Unido.

Centenares de miles de personas, que vestían y ondeaban la bandera británica, inundaron las calles de Londres desde primera hora de la mañana para seguir el último acto del Jubileo, el paseo en carroza por el Mall de la reina y su posterior saludo desde Buckingham, con un desfile de aviones militares. La jornada arrancó con un servicio religioso oficiado en la catedral de San Pablo por su deán, David Ison, y el sermón corrió a cargo del arzobispo de Inglaterra, Rowan Williams, quien rindió tributo a "toda una vida de dedicación" de la soberana.

En el sermón no faltó un recuerdo para el gran ausente de la jornada: el duque de Edimburgo, de 90 años e ingresado anteayer por una infección de vejiga en el hospital King Edward VII, donde permanecerá unos días más.

Su ausencia no impidió que se celebrasen según el horario y agenda prevista los actos, que, según dijo a la BBC el jefe del Ejecutivo británico, el conservador David Cameron, "han mostrado lo mejor del Reino Unido".

En este ambiente festivo, "todo el mundo está muy preocupado por la salud del duque de Edimburgo", apuntó el líder tory.