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Los mercados españoles recibieron ayer con una euforia inicial el plan de ayuda europea a la banca, pero la falta de concreción de esta medida, según los expertos, hizo que el optimismo se desinflara hasta acabar en negativo la sesión.

La prima de riesgo de la deuda soberana de España -que mide la desconfianza que genera el mercado español- se disparaba al acabar el día hasta los 520 puntos básicos mientras que el principal indicador de la bolsa nacional, el Ibex 35, bajaba un 0,54 por ciento hasta cerrar en 6.516 puntos. La de ayer fue una sesión de gran indecisión en los mercados españoles. En los primeros negocios, la prima de riesgo se desplomó hasta los 462 puntos básicos, 27 menos que la víspera, mientras el Ibex se disparó casi un 6 por ciento, lo que hacía pensar que recuperaría los 7.000 puntos.

Pero este optimismo inicial desapareció progresivamente, a medida que los inversores tomaban conciencia de la falta de detalles del acuerdo, indicaron los expertos consultados por EFE.

El portavoz de Asuntos Económicos de la UE, Amadeu Altafaj, minimizó el efecto rebote que ha tenido el anuncio sobre la prima de riesgo, al explicar que "la evolución de los mercados en pocas horas no reflejan para nada lo que debe ser una tendencia, y la tendencia creemos que debe ser a reforzar gradualmente la confianza", apuntó.

Los ministros de Finanzas de la zona del euro acordaron el sábado abrir una línea de crédito de hasta 100.000 millones para recapitalizar las entidades financieras españolas que lo necesiten con créditos procedentes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

Este paquete de ayudas, destinado a reforzar la solvencia de los bancos españoles, ha contado con el visto bueno del sector y de los analistas, aunque estos advierten que la falta de detalles ha pesado más que el optimismo inicial.

El jefe de la mesa de deuda de Ahorro Corporación, Javier Ferrer, ha apuntado que todavía se desconoce la cantidad exacta que requerirán las entidades financieras españolas para recapitalizarse, para lo que se depende de los informes de las consultoras independientes encargados por el Gobierno.

El banco portugués Espirito Santo cree que la cantidad acordada implica más deuda y más déficit, ya que el crédito cuenta con la intermediación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), de titularidad pública.