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La banca arrastrò ayer al rojo al selectivo español después de que Moody's aplicara un recorte generalizado a la calificación de la deuda de las entidades financieras. La prima también se resintió y cerró en los 535 puntos básicos tras la colocación por parte delTesoro de más de 3.000 millones en letras pero triplicando el interés.

La sesión de ayer vino marcada por la rebaja de nota de la agencia de calificación Moody's. Ésta ha recortado el 'rating' de 28 entidades españolas entre uno y cuatro escalones como consecuencia de la rebaja de tres niveles que efectuó sobre la deuda pública hace unos días.La agencia atribuye esta bajada de nota a la menor confianza en la deuda soberana española, que afecta a la "capacidad del Gobierno para apoyar a los bancos" y a la autonomía de crédito de estas entidades, y a la exposición de bancos y cajas al mercado inmobiliario.

De las 28 entidades analizadas, sólo el Santander ('Baa2'), así como el Banco Popular ('Baa1') se quedan por encima de la nota concedida a España. En la categoría de 'bono basura' entran la mayoría de las entidades, como Bankia, que cae de 'Baa3' a 'Ba2', o Bakinter, que pasa de 'Baa2' a 'Ba1'.

La peor nota se la lleva el rescatado Banco de Valencia, con 'B3', mientras que otras entidades como Nova Caixa Galicia o Liberbank reciben una calificación de 'B1' y 'Ba2', respectivamente.

Asimismo, la incertidumbre acerca de la celebración los próximos días 28 y 29 de junio de la nueva cumbre entre los líderes europeos también se dejó sentir en los mercados. Los líderes europeos sopesan dar más poderes al Eurogrupo que supondrían poder exigir cambios en los presupuestos nacionales de los Estados incumplidores y, como contrapartida, los países de la eurozona podrían emitir deuda conjunta.

Esta propuesta, apoyada por España, Francia e Italia, choca con la oposición de Alemania, que se opone a cualquier tipo de mutualización de la deuda hasta que no se complete la unión presupuestaria.

Además, al cierre de mercado se conocían los datos del déficit español que ha llegado a los 36.364 millones de euros hasta mayo, lo que supone un 3,41 por ciento del PIB. Esta cifra supone un aumento del 30,6 por ciento con respecto al año anterior.

La cifra, que prácticamente roza el objetivo del 3,5 por ciento fijado para el conjunto del año, es consecuencia de los pagos que se situaron en 68.072 millones de euros, un 1,7 por ciento más, mientras que los ingresos sumaron 31.708 millones, lo que supone una caída del 4,2 por ciento.

Estos factores llevaron al Ibex 35 a cerrar en rojo por segundo día consecutivo. El selectivo cerró ayer martes con una bajada del 1,44 por ciento.