Homs. Un aspecto de un barrio destruido por las bombas en la castigada ciudad de Homs - Reuters

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El Ejército sirio y los rebeldes libraron ayer por tercer día consecutivo intensos combates en Damasco y su periferia, alcanzando incluso zonas del centro, en los choques más graves en la capital desde el inicio de la crisis.

Los enfrentamientos se renovaron a primera hora de la mañana en distintos puntos de la ciudad, después de que se oyera el impacto de proyectiles y bombas durante horas.
Grandes columnas de humo negro se elevan sobre Damasco, cuyo centro de había mantenido hasta ahora relativamente al margen del conflicto, y el sonido de los bombardeos del régimen reverbera en la distancia.

Según pudo constatar Efe sobre el terreno, los rebeldes dispararon ayer a mediodía contra puestos de control en la calle Bagdad y la plaza Sabe Bahrat, en pleno centro de la capital y escenario usual de protestas progubernamentales.

Mientras, las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, bombardearon los barrios de Al Midan, en el sur, y de Kafr Suse y Al Qabun, en el oeste y norte, respectivamente.
Para las autoridades sirias, estas operaciones son "una gran campaña militar contra terroristas que podría durar 27 horas", según dijeron a Efe fuentes oficiales.

Esas mismas fuentes informaron de que el subdirector de la Policía de Damasco, general Isa Duba, falleció durante los choques en Al Midan.

Los combates en este barrio provocaron el corte durante un breve periodo de tiempo de la autopista que conecta la capital con el aeropuerto de Damasco y de la vía que conduce a Jordania, que ya estuvieron bloqueadas hace dos días por los mismos motivos.

En el sur de Al Midan, también se oyó una fuerte explosión detrás del Hospital Al Mahayni, que estaba controlado por los rebeldes, sin que por el momento se reportaran víctimas.

Al Midan, uno de los barrios damascenos antiguos, está habitado por una mayoría suní y es considerado uno de los bastiones de la revolución en la capital.

En la zona de Al Yura de este barrio viven una minoría cristiana y otra alauí -la secta derivada del chiísmo a la que pertenece la familia Al Asad-, aunque esta última fue evacuada el lunes por las fuerzas del régimen.

Los principales encargados de defender la capital de la ofensiva rebelde son los miembros de la Guardia Republicana, un cuerpo de elite comandado por Maher al Asad, hermano del presidente.

Las fuerzas gubernamentales cuentan con una sustancial ventaja en cuanto a armas pesadas frente al armamento ligero (del que dispone la oposición armada.Pese a esta diferencia, el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) ha declarado una guerra abierta para apoderarse de Damasco, el feudo del régimen de Al Asad.

La televisión progubernamental Al Ijbaria, que fue atacada el mes pasado por los rebeldes, afirmó que "los grupos terroristas del llamado Ejército Libre Sirio han anunciado que la gran batalla para controlar Damasco ha comenzado".Horas antes, los insurgentes amenazaron en un comunicado con dirigir ataques contra responsables civiles y militares del régimen, que no tengan las manos manchadas de sangre, si no desertan antes de finales de este mes.

Un vídeo colgado en internet por activistas sirios muestra a hombres vestidos con pantalones vaqueros que disparan granadas propulsadas por cohetes.