Congreso. Santamaría, Montoro y De Guindos antes del debate - Reuters

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El Congreso convalidó ayer los primeros e importantes ajustes fiscales y de la función pública con los que el Gobierno busca un ahorro de 65.000 millones de euros hasta 2014 con el objetivo de cumplir sus compromisos europeos y garantizar la financiación de los servicios básicos.

El decreto se aprobó sólo con el apoyo del PP al haberse abstenido su socio habitual, UPN, y con el rechazo del resto de la oposición (180 síes, 131 noes y 1 abstención).

ERC, Amaiur, la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y Compromís se ausentaron de la votación y aprovecharon para llamar a la población a movilizarse por la tarde en las manifestaciones convocadas contra los "recortes" del Gobierno.

En un encendido y prolongado debate, el encargado de defender los ajustes -que incluyen una subida del IVA desde septiembre y la congelación de una paga a los funcionarios que ganen más de 962 euros al mes y la bajada de prestación por desempleo- fue el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.

Fue contundente al afirmar que "no hay dinero en las arcas públicas para pagar los servicios públicos", y pidió -sin éxito- el apoyo del PSOE y el resto de la oposición porque "no hay otra oportunidad" y "la alternativa será peor".

Recordóo que muchos de los cambios que se introducen son una recomendación expresa tanto de la Unión Europea (UE) como del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tras admitir que el Gobierno también ha tenido que dejar "parte de sus ideas a la orilla del camino" -siempre se había mostrado contrario a la subida de impuestos, por ejemplo- apeló "con humildad" a la ciudadanía para hacer este "esfuerzo importante".

Así, abogó por "renunciar" a los servicios públicos que no son financiables, y aseguró que en este sector "de lo que podamos prescindir hay que hacerlo, y no al revés".

A pesar de reclamar especiales sacrificios a los empleados públicos, Montoro aseguró que no se les suprime la paga extra de Navidad, lo que se hace es una "congelación" para luego devolverla en 2015.

El ministro responsabilizó en gran parte de la actual situación al gobierno socialista, al que ha acusado de hacer desde la oposición "demagogia fiscal".

"Si Zapatero hubiera acortado la legislatura, nos habríamos ahorrado mucho sufrimiento y no hubiéramos llegado a este nivel de deterioro", opinó.

En una intervención más dura que la que dedicó al presidente del Gobierno cuando anunció estos mismos ajustes, el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que se trata de una "enmienda de Rajoy a Rajoy", porque "deroga" el Presupuesto para 2012 aprobado hace un mes.

Tras criticar la ausencia de Rajoy en la convalidación del "recorte más grande" de la historia de España, algo que también hicieron otros portavoces, recalcó que "lo malo es que los errores del Gobierno, y ya van muchos, los pagan los españoles".

Rajoy no estuvo en el debate

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no comparecióen el Pleno de la Cámara Baja que en el que se denbatióel nuevo paquete de medidas anticrisis presentado por el Gobierno.

Rajoy permaneció en su despacho durante el debate, y sólo acudió a la votación de los decretos.

Lo mismo ocurrió con otros diputados del Partido Popular, que únicamente asistieron para votar.