Homs. Una niña con un vestido rosa junto a un vehículo destruido por los bombardeos - Reuters

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Los combates entre los rebeldes y las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad, continúan por el control de Damasco, capital en la que el régimen se podría haber impuesto en varios barrios mientras que parece que ahora se centra en la defensa de Alepo, la segunda ciudad más importante. En el frente diplomático, el país perdió a otro representante, a su embajador en Emiratos Árabes, que se ha unido así a los embajadores sirios en Suecia y Irak, mientras que otros podrían haber dimitido también, aunque aún no lo han hecho público por miedo.

Mientras que antes el conflicto en Siria se caracterizaba por los enfrentamientos entre los insurgentes y las fuerzas gubernamentales en provincias remotas, ahora ambos bandos luchan por controlar las dos ciudades más importantes del país, Alepo y la capital, Damasco.

Las fuerzas de Al Asad han llevado a cabo ambiciosas contraofensivas en ambas ciudades. Parece que se han impuesto a los rebeldes en varios barrios de Damasco y que se dirigen a Alepo, en el noroeste del país.

El Gobierno sirio envió así cientos de militares ayer miércoles a la ciudad de Alepo, donde los helicópteros del Ejército estuvieron atacando a los rebeldes que luchan para derrocar a Bashar al Asad.

Varios activistas opositores indicaron que cientos de militares en carros de combate y vehículos blindados se han retirado de la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, y se dirigían a Alepo. Los rebeldes atacaron a las últimas tropas que salían de la zona, según el activista Abdelrahman Bakran, que se encuentra allí.

La población local dijo que los helicópteros del Ejército dispararon misiles contra Alepo. Mientras, a la entrada del casco viejo, los insurgentes, armados con fusiles y ametralladoras, luchaban contra las fuerzas de Al Assad, que disparaban obuses y proyectiles de mortero.

Además, las fuerzas gubernamentales usaron su artillería y disparado cohetes contra Al Tel, una localidad situada en la periferia de Damasco, en un intento por arrebatar su control a los sublevados, generando el pánico.