Papa. Expresó su afecto por España que pasa por "mal momento" - Reuters

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Benedicto XVI pidió ayer que a nadie le falte el pan necesario para llevar una vida digna y exhortó a los fieles a derribar las desigualdades "no con las armas de la violencia, sino con el amor y compartiendo".

El pontífice hizo estas manifestaciones ante varios centenares de fieles que asistieron al rezo del ángelus dominical en el patio central de la residencia de los Papas de Castel Gandolfo, a unos 33 kilómetros al sur de Roma, donde pasa el verano.

El Papa se refirió al capítulo sexto del evangelio de Juan, el de la multiplicación de los panes y los peces, y afirmó que Jesús no pide a los hombres lo que no tienen, "pero nos muestra que si cada uno de nosotros ofrece lo poco que tiene se puede cumplir de nuevo el milagro: Dios es capaz de multiplicar cualquier pequeño gesto de amor nuestro".

"Jesús no es un rey terrenal que ejercita el dominio, sino un rey que sirve, que se inclina ante el hombre para saciar no sólo el hambre material, sino, sobre todo, el hambre más profunda, que es el hambre de Dios", subrayó.

Benedicto XVI exhortó a los fieles a participar en la Eucaristía para estar siempre unidos a Dios y les pidió que recen.

Llamamiento a Siria
"Recemos para que a nadie le falte el pan necesario para llevar una vida digna y se derriben las desigualdades, no con las armas de la violencia, sino con el amor y compartiendo", manifestó.

Tras el ángelus, el Papa hizo un "acuciante llamamiento" para que se ponga fin a la violencia en Siria y pidió a los que tienen "mayor responsabilidad" que no ahorren esfuerzo alguno "para lograr la paz" y que se garantice la asistencia humanitaria a las personas afectadas.