De Guindos y Lagarde. El ministro español y la directora del FMI, ayer en Bruselas - Reuters

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El ministro español de Economía, Luis de Guindos, defendió ayer ante el Parlamento Europeo (PE) las reformas emprendidas por el Gobierno para atajar el déficit y sanear el sistema financiero y aseguró que de ellas se derivan ya "signos positivos" para la economía española. El ministro eludió aclarar si España solicitará el rescate para reducir sus costes de financiación y se limitó a señalar que las necesidades de este año ya se han cubierto y que España ya cumple todas las condiciones que la UE impondría si pide la ayuda.

De Guindos se mostró ayer muy confiado en el buen rumbo de España, pese a las duras previsiones económicas anunciadas por la Comisión Europea el pasado 7 de noviembre, que elevan el déficit español para este año al 8por ciento del PIB y al 6por ciento en 2013, esto es, muy por encima del 6,5 y el 4,5por ciento pronosticados por el Ejecutivo.

"Somos conscientes de que las previsiones económicas para España por parte de organismos internacionales se sitúan por debajo de nuestras expectativas, pero las previsiones no están escritas en bronce", dijo De Guindos a los eurodiputados.

Según el ministro, en España "se observan ya signos positivos que indican que los esfuerzos de corrección de los desequilibrios pueden a medio plazo empezar a producir sus efectos".

El principal ejemplo de esa tendencia económica positiva que dio fue el buen rumbo de las exportaciones. De Guindos explicó a los eurodiputados que "el déficit por cuenta corriente se está corrigiendo", gracias sobre todo al "excelente comportamiento de las exportaciones", y recordó que históricamente todas las salidas de las crisis en España han venido precedidas de un "cambio de signo en la balanza de pagos".

También destacó el ministro los avances en el mercado de trabajo gracias a la reforma laboral y el hecho que el Tesoro haya cubierto ya las necesidades de financiación en este ejercicio y con un coste medio similar al de 2011.

Igualmente destacó las dificultades propias de la crisis de la eurozona que se suman a las dificultades congénitas de la crisis española.

"España está cumpliendo sus compromisos (...) y sufre por ser el rompeolas de seguridad de la zona euro", dijo De Guindos, que añadió que "cuanto antes se resuelva la crisis de credibilidad del euro, antes podrá España volver a la senda del crecimiento".

En el turno de preguntas, el ministro, que fue invitado como el resto de titulares de Finanzas de la UE a la Eurocámara para dar cuentas de su gestión, fue interpelado por varios europarlamentarios por la salud del sistema financiero español y, especialmente, por la entidad Bankia.

De Guindos señaló los efectos positivos que tendrán este mes tanto los planes de reestructuración de las entidades que recibirán ayudas como la absorción de activos tóxicos por el llamado "banco malo", que comenzará a operar el 1 de diciembre.

El eurodiputado de CiU Ramon Tremosa le preguntó por el futuro de la institución financiera, entidad que De Guindos aseguró "está sana", además de "ser muy importante en el panorama español".

Otros eurodiputados españoles, Antolín Sánchez Presedo (PSOE) y Raúl Romeva (ICV) preguntaron al ministro por sus planes respecto a la valorización de las pensiones y sobre las medidas para poner freno al drama de los deshaucios, respectivamente.

De Guindos no aclaró si se ajustarán las pensiones a la inflación, pero en cambio si se mostró más explícito ante la segunda cuestión, afirmando que se tomarán medidas "para que ninguna familia de buena fe se quede sin techo por la crisis".