Dilma Rousseff. La presidenta brasileña consolando a familiares de las víctimas y de los heridos - Reuters

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Al menos 232 personas han muerto en el incendio declarado ayer de madrugada en una discoteca de la ciudad brasileña de Santa María (en el sur del país), según informó un portavoz del cuerpo de Bomberos al diario 'O Globo'. Los bomberos señalaron que la licencia de actividad del local estaba caducada desde agosto.

En el momento de la tragedia, entre 300 y 400 personas se encontraban en la discoteca, según la última revisión del aforo. Santa María es conocida por tratarse de una ciudad universitaria y la fiesta reunía tanto a alumnos de la zona como de otras localidades cercanas.

Los cadáveres han sido trasladados en camiones al gimnasio de la ciudad, que se encuentra rodeado por una brigada militar para impedir la invasión de familiares y amigos.

El incendio, de acuerdo con las primeras investigaciones, podría haber comenzado, en torno a las 2.30 horas de la madrugada, en el techo de la discoteca a consecuencia de un petardo arrojado por la banda de música que tocaba en ese momento, y que prendió la espuma de aislamiento acústico que envolvía el escenario, según informó a 'Zero Hora' el delegado de la Policía civil, Sandro Meinerz.

La evacuación inmediata del lugar fue dificultada por la existencia de una única salida de emergencia. Los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en una de las paredes para sacar a los asistentes con mayor rapidez.

La licencia de actividad de la discoteca estaba caducada desde el pasado mes de agosto, según los Bomberos. La Brigada Militar llegó a informar de 245 fallecidos, pero más tarde las autoridades rebajaron la cifra de muertos a 232.

La tragedia obligó a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, a suspender sus compromisos en Chile, en donde participaba de la Cumbre Celac-Unión Europea, y viajar inmediatamente a Santa María para reunirse con los familiares de las víctimas.

"Quien necesita de mí en este momento es el pueblo brasileño. Le pedí a todos los ministros ayudar en lo que puedan y trasladarse allá, y yo también estaré allá", dijo poco antes de embarcar. Rousseff se reunió con algunos de los heridos en el hospital.