Martínez Camino. Portavoz y secretario de la Conferencia Episcopal - Archivo

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El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, aseguró ayer que es "legítimo" impedir la fecundación en un acto de violación, aunque "en ningún caso abortar" así como el uso de una píldora del día después que no tuviese efecto abortivo para esos casos, tal y como apuntó la Iglesia católica alemana la pasada semana. No obstante, ha indicado que no conocen la existencia de un fármaco de este tipo.

"Si hubiera una píldora que no fuese abortiva, estaríamos en un caso distinto, pero ese caso a nosotros no nos consta, que exista una píldora del día siguiente que no tenga efecto abortivo -precisó-. Entonces, como una violación no es un acto conyugal, sino un acto de injusticia y de violencia, es legítima la defensa frente a esa agresión y es legítimo tratar de impedir la fecundación, no de abortar, porque en ningún caso es legítimo quitar la vida a un ser humano inocente", dijo.

Durante la rueda de prensa posterior a la CCXXVI Reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, Camino recalcó que si la píldora del día después supone un aborto precoz y, según remarcó, "hasta ahora todos los fármacos existentes tienen ese efecto, entonces no es posible". "No se puede quitar la vida a ningún ser humano inocente, no hay excepción a ese principio moral. Si lo hubiera, y si los obispos alemanes lo conocen, hacen muy bien en apuntar ese caso. Nosotros ya nos enteraremos", señaló Martínez Camino.

Para Martínez Camino, la Iglesia Católica alemana "no ha hecho ninguna excepción" a este principio moral de no atentar contra la vida de un ser humano inocente. "No ha dicho que se puede quitar la vida a un ser humano inocente. No se puede quitar la vida a un ser humano inocente bajo ningún concepto. Sería el derrumbamiento del edificio de la ética", concretó.

En este sentido, explicó que "la vida comienza desde la concepción, cuando hay un cuerpo distinto del de la madre y del del padre, aunque tenga una hora de duración" y ha añadido que "en este momento la ciencia es muy capaz de distinguir cuándo hay un cuerpo humano, un genoma, distinto del del padre y del de la madre".

El aborto, según apuntó, se puede ejercer "con el bisturí o con la química, se puede quitar la vida de un ser humano con un arma blanca o con química letal" y, "hasta ahora", según puntualizó, todos los fármacos que se conocen bajo el nombre de píldora del día siguiente "consisten en un compuesto hormonal que puede impedir la anidación del óvulo fecundado, si es que se ha dado la fecundación", lo que daría lugar a "un aborto precoz".

Así, el obispo indicó que "todas las píldoras abortivas conocidas hasta ahora tienen este posible efecto, posible porque si no ha habido fecundación no se da ese efecto" y subrayó que "cualquier medio que se use con ese efecto es ilegítimo desde el punto de vista moral".