ITB. Un trabajador dando los últimos retoques al pabellón de Grecia antes del inicio de la feria - Archivo

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La Bolsa Internacional del Turismo (ITB) de Berlín cerró ayer las puertas con mensajes de impulso a un sector que vive del optimismo, frente a los impactos tanto de la crisis económica global como de los conflictos regionales.

La ITB, el mayor escaparate del mundo para el sector, llegó a su fin ayer domingo, tras cinco días de existencia, revalidando su condición de tradicional "pistoletazo de salida" para la temporada, en palabras del gerente de la Feria de Berlín, Christian Göke.

Desde su inauguración, por la canciller Angela Merkel y el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, representantes respectivamente del país anfitrión y del invitado especial de esta edición, la ITB se consagró a la tarea de levantar el ánimo al sector.

Contaron con la "complicidad" de 10.086 expositores, de 188 países, con nutrida presencia de los destinos prioritarios clásicos del consumidor alemán -España y Turquía- y del resto del mundo, decididos a reforzar estrategias en tiempos difíciles.

La presencia de los países más afectados por la crisis de la zona euro -España, Italia y Grecia- bajó un 1,7 % respecto a 2011, pero esa caída se vio compensada por el incremento de visitantes especializados y compradores procedentes de Estados Unidos, Oriente Medio y Próximo, así como de África.

El ímpetu viajero de los alemanes, considerados campeones mundiales de turismo, contribuyó a mitigar el aire de decaimiento que se respira en el sector y convirtió al ciudadano común de la primera economía europea en "objeto de deseo" de los expositores de todo el mundo.

Las Balears defendieron su posición de destino preferido del alemán medio -con 4,1 millones de visitantes en 2012, un incremento del 3,6 por ciento respecto a 2011-, mientras que Andalucía cerró en la ITB acuerdos con mayoristas de Alemania para consolidarse como primer destino continental para ese mercado emisor en el contexto español.

España recibió en 2012 un total de 11 millones de visitantes alemanes, frente a los 6,5 que volaron en 2012 al segundo gran destino de ese mercado, Turquía, según datos de la Oficina Alemana de Estadística.

Entre los países de América Latina se ha extendido asimismo la búsqueda del turista alemán, considerado leal a sus destinos preferidos, además de gran viajero, para compensar la caída de llegadas de otros países europeos, como España e Italia.