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La tasa de nupcialidad --el número de personas casadas por 1.000 habitantes-- se ha reducido casi a la mitad en España en los últimos 35 años, al pasador de 14,36 en 1976 a 7,01 en 2011, según se desprende del boletín digital estadístico 'Mujeres en Cifras', editado por el Instituto de la Mujer.

Así, entre 1976 y el año pasado, la edad media de los contrayentes se han ido incrementando, tanto en el caso de las mujeres como de los varones. En 1976, la media de edad era de 24,38 años en las mujeres y de 27,23 en los varones, mientras que en 2011 esas cifras se elevaron a los 33,02 y 36,10 años, respectivamente.

En cuanto a la forma de celebración, el 76,74 por ciento de los matrimonios celebrados en España durante 1996 siguieron el rito católico, mientras que el 23,07 por ciento fueron matrimonios exclusivamente civiles.

El estudio añade que, 15 años después, los porcentajes son del 39,41 por ciento y 60,07 por ciento, respectivamente. Los matrimonios celebrados según una religión diferente de la católica representaron el 0,18 por ciento en 1996 y el 0,52 por ciento en 2011. Mientras, los matrimonios con al menos un cónyuge extranjero suponen el 12 por ciento del total de los celebrados entre 1996 y 2011.

Por otro lado, en el año 2011, la cifra total de rupturas matrimoniales fue de 110.651. El número divorcios (103.604) representó el 93,63 por ciento de las mismas; las separaciones (6.915) el 6,25 por ciento y las nulidades (132), el 0,12 por ciento del total.
En la misma línea, entre 1998 y 2011, se han producido en España una media de 116.365 rupturas matrimoniales al año. Según tipo de disolución, la media anual de divorcios en ese período ha sido de 73.391 (63 por ciento), la de separaciones de 42.824 (36,8 por ciento) y la de nulidades matrimoniales que se limitan a solo 150.

En el mismo periodo, la mayor parte de las rupturas se ha producido de mutuo acuerdo entre los cónyuges, con un 64,31 por ciento en el caso de las separaciones y el 62,87 por ciento en el de los divorcios.