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El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, ha subrayado en Madrid que "hay un aliento" para cumplir el primero de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que consiste en "reducir a la mitad la proporción de personas que tienen hambre" en el mundo para 2015, respecto de los niveles de 1990.

Durante la reunión de alto nivel de la ONU sobre Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición que se celebra este jueves en Madrid, Da Silva ha afirmado que "hasta ahora" se han contabilizado "45 países que ya han logrado cumplir esa meta" y que, desde la FAO, esperan que en los "próximos mil días", al menos "otros 40 países puedan hacerlo".

Terminar con la pobreza extrema "cuesta muy poco", ha enfatizado el director general de la FAO, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo. Cuesta "mucho menos que los gastos de salud o que los gastos de seguridad", ha apostillado, al tiempo que recalcaba que "no es una utopía" y que todavía se puede lograr "si hay compromiso político" y "recursos asignados para ello".

Acuerdo
Da Silva ha agradecido a García Margallo la firma de un acuerdo que permite la creación de una oficina en Madrid "de difusión, información, sensibilización y apoyo a los proyectos españoles". Asimismo, ha agradecido "al pueblo de España el apoyo que siempre ha brindado a la FAO".

Donación
Desde el año 2000, España ha donado 400 millones de euros, "unos 30 millones al año" destinados a proyectos de la FAO centrados "básicamente en las áreas de seguridad alimentaria, el tema del desarrollo rural y las emergencias", ha indicado Da Silva quien, a su vez, ha enfatizado que "durante la crisis no se iniciaron nuevos proyectos, pero España mantuvo su contribución", por lo que se ha logrado "mantener los proyectos" que se iniciaran previamente.

Durante su comparecencia, el director general de la agencia de la ONU también ha reiterado que "tratar la pobreza extrema y el hambre no es filantropía, sino que es un deber del Estado" y que el problema "no es solo de producción", es también "de distribución y acceso".

Inseguridad
Sin embargo, el hecho de que cerca de 870 millones de personas en todo el mundo sufran hambre pone de manifiesto que la guerra contra la inseguridad alimentaria está "lejos de terminar", pero aún así, "es posible acabar con el hambre y la seguridad alimentaria", ha indicado la FAO.