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El Gobierno consiguió ayer sacar adelante en el Congreso de los Diputados su reforma de las pensiones, que endurece el acceso a la jubilación anticipada y parcial, entre otros aspectos, para reducir los costos a las arcas de la Seguridad Social.

La reforma fue debatida ayer en el Congreso, donde solamente obtuvo el voto favorable de los diputados del Partido Popular (PP) del Gobierno.

Reclamada por la Comisión Europea, la reforma endurece el acceso a la jubilación anticipada y parcial, permite compatibilizar un salario y una pensión, alentando la prolongación de la vida laboral, facilitando el acceso al aprendizaje a lo largo de la vida, desarrollando oportunidades de empleo para los trabajadores de más edad.

Antes de tiempo
Los trabajadores que quieran jubilarse antes de tiempo deberán tener más años cotizados (35 años) y se quedarán con una pensión menor.

Además, se penaliza a las empresas que despidan a trabajadores de más de 50 años, a la vez que se endurece el acceso de los mayores de 55 años al subsidio por desempleo.

Para cobrar el subsidio por desempleo no se tendrá en cuenta, como hasta ahora, sólo las rentas del beneficiario, sino las de la unidad familiar, que no podrán superar el 75 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional (641,30 euros para 2013) excluida la parte de las pagas extraordinarias.

Estas medidas llegan después de que el 1 de enero de este año entró en vigor la reforma de las pensiones aprobada en 2011 por el anterior gobierno socialista, en la que destaca el retraso de la edad de jubilación de 65 a 67 años o el incremento de 35 a 37 años de la cotización necesaria para cobrar el 100 por ciento de la pensión.