Osborne. El ministro de Finanzas británico posa con un libro con el que fue obsequiado en Dublín - Reuters

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La UE acordó ayer conceder una extensión media de siete años en los plazos de devolución de los préstamos concedidos a Irlanda y Portugal, una medida encaminada a facilitar el regreso de estos dos países a los mercados de financiación y, en último término, la salida de sus respectivos programas de ayuda.

Así lo acordaron primero los diecisiete ministros de la zona del euro tras un encuentro del Eurogrupo celebrada en Dublín, una decisión que fue después refrendada por todos los ministros comunitarios de Economía y Finanzas (Ecofin), reunidos hasta hoy en la capital irlandesa.

La extensión de los plazos representa un espaldarazo para Portugal e Irlanda de cara a la amortización del crédito de 78.000 y 85.000 millones de euros, respectivamente, que recibieron en el rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), si bien solo es aplicable a los préstamos comunitarios.

En un comunicado conjunto, el Eurogrupo y el Ecofin destacaron que ambos programas de ayuda están "encarrilados" a pesar de las "difíciles circunstancias macroeconómicas", por lo que elogiaron el "firme compromiso" de sus autoridades con "sus respectivos programas de ajuste" y el "éxito" para hacer frente a los "desequilibrios acumulados" en sus economías.

Respecto a Portugal, indicaron que Lisboa ha dado garantías de que, "muy pronto", acordarán con la tríada inspectora que forma la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI la adopción de "medidas compensatorias apropiadas" guiadas por el "control del gasto".

El Eurogrupo y el Ecofin hacían así referencia a las alternativas que maneja el Gobierno luso para hacer frente a la decisión del Tribunal Constitucional portugués de anular varias de las medidas de austeridad incluidas en los presupuestos del país para 2013.