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La economía española caerá un 1,6 por ciento en 2013, con un desempleo del 27 por ciento, y volverá a crecer en 2014 un 0,7 por ciento, datos que se enmarcan en el contexto de recesión de la eurozona, que se contraerá un 0,3 este año, pronosticó ayer el Fondo Monetario Internacional.

El organismo rebajó en una décima las previsiones de crecimiento para España para este año y el próximo.

En su nuevo informe de "Perspectivas Económicas Globales" divulgado ayer, el Fondo reitera las "vulnerabilidades de la periferia de la eurozona como uno de los principales riesgos a corto plazo" para la recuperación mundial, especialmente tras "los acontecimientos en Chipre y la situación política en Italia".

En sus cálculos de enero, el FMI había previsto una contracción del 1,5 por ciento para la economía española este año y un regreso al crecimiento en 2014 del 0,8 por ciento.

De este modo, el organismo internacional se muestra más cauto que el Gobierno español, que calcula una contracción de la economía del 0,5 por ciento para 2013 y un repunte del 1,2 por ciento para el próximo año.

Por otro lado, el Fondo prevé que el desempleo en España toque techo en 2013, con una tasa del 27 por ciento, la mayor de la eurozona junto con Grecia, y que se reduzca levemente en 2014 al 26,5 por ciento.

En lo que se refiere al comportamiento de los precios, vaticina una progresiva reducción de las presiones inflacionarias en España del 2,4 por ciento en 2012, a un 1,9 por ciento en 2013 y un 1,5 por ciento en 2014.

Como dato alentador, además, espera que la balanza por cuenta corriente vuelva a ser positiva en 2013 con un 1,1 por ciento, y que crezca al 2,2 por ciento en 2014, estimulada por el avance del sector exterior español.

La revisión a la baja de las perspectivas en la eurozona de una décima hasta -0,3 por ciento en 2013 se produce con especial magnitud en Italia y Francia, con rebajas de cuatro décimas en ambos casos.

Francia cerrará este año en recesión, con una caída del producto interior bruto del 0,1 por ciento (frente al 0,3 por ciento positivo previsto en enero), e Italia agudizará su recesión en 2013 hasta el 1,5 por ciento (respecto al 1,1 por ciento previsto tres meses atrás).

Por su parte, Alemania, la locomotora europea, ve revisado ligeramente al alza su crecimiento para 2013, del 0,5 por ciento previsto en enero al 0,6 por ciento actual, el único incremento en las previsiones del Fondo para un país de la zona euro.

A medio plazo, el organismo dirigido por Christine Lagarde subrayó que "los desafíos para la zona euro son la fatiga por el ajuste fiscal, las insuficientes reformas institucionales y un prolongado estancamiento".