Milán. Las tres juezas del tribunal leyendo la sentencia que condena a Berlusconi - Reuters

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El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi fue condenado ayer por el Tribunal de Milán a 7 años de prisión y a inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por el caso Ruby, en el que se le juzgaba por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.

Las tres juezas del tribunal que ha juzgado en primera instancia a Berlusconi desde abril de 2011 dictaron una condena para el exprimer ministro italiano superior a los 6 años de prisión que había solicitado la fiscal, Ilda Boccassini, y ordenaron además la confiscación definitiva de los bienes de Ruby derivados del delito.

El hecho de que la condena sea superior a la petición hecha por la Fiscalía deriva de que las juezas cambiaron en parte la formulación de uno de los delitos, pues Berlusconi fue condenado por abuso de poder por "constricción" y no por "inducción" como figuraba en la acusación de la fiscal.

El caso juzgaba la supuesta incitación a la prostitución de menores que cometió Berlusconi al mantener relaciones sexuales de pago con la joven marroquí Karima El Marough, alias Ruby, cuando ésta no había cumplido aún 18 años, mientras que el abuso de poder llega por la llamada que realizó a una comisaría de Milán para exigir que liberaran a la chica tras ser detenida por un robo.

Tras conocer la decisión de las tres juezas, Niccolò Ghedini, abogado del exprimer ministro, dijo no estar sorprendido y anunció que recurrirán la condena, que no será efectiva hasta que no sea en firme.

"Es una condena que queda fuera de la realidad y de las actas procesales. El tribunal no ha tenido en cuenta la realidad", dijo Ghedini ante los periodistas a la salida del Palacio de Justicia.

El pasado 13 de mayo, en una muy dura comparecencia, Boccassini había solicitado seis años de prisión e inhabilitación de por vida para el exprimer ministro al asegurar que "no existe duda" de que Ruby "había mantenido sexo con Berlusconi y había obtenido beneficios a cambio" meses antes de cumplir 18 años.

Boccassini dijo que a las fiestas de la mansión de Berlusconi en Arcore, próxima a Milán, se invitó a chicas "que formaban parte de un sistema de prostitución organizado para la satisfacción del placer sexual" del político y que Ruby obtenía del empresario "directamente lo que necesitaba para vivir" a cambio de ello.