Gibraltar. Trabajadores hacen cola en sus motos para entrar en España - Reuters

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El Gobierno dijo ayer que los controles que España realiza en la verja de Gibraltar son proporcionados y ajustados a la normativa de la Unión Europea y ha expresado su "preocupación" por la "política de hechos consumados" del Peñón.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito, ha expresado a Efe la inquietud de España por este asunto después de que el primer ministro británico, David Cameron, trasladara también su "preocupación" por la situación en la frontera de Gibraltar.

La Comisión Europea reconoció ayer además el derecho de España a controlar su frontera con Gibraltar, un territorio que no pertenece al espacio Schengen, pero recordó que esos controles "deben ser proporcionados".

"Los controles son proporcionados a la gravedad de la situación que se produce algunas veces en la verja", ha asegurado De Benito, quien ha añadido que son "aleatorios y "no discriminatorios", a la vez que responden a la normativa de la UE.

El Gobierno, ha explicado De Benito, ha hecho un ofrecimiento reiterado durante el último año para cooperar en los asuntos relacionados con la pesca y la preservación del medio ambiente y en todo este tiempo no se ha visto "ningún progreso".

Es más, el vertido de 70 bloques de hormigón en aguas españolas próximas a Gibraltar -que impide el trabajo de los pescadores de Algeciras y La Línea de la Concepción- "ha perjudicado" a los asuntos en los que España esperaba una respuesta, ha añadido.

Por ello el Gobierno sigue adelante con una batería de medidas que está estudiando con el objetivo de proteger los intereses de los españoles y, principalmente, de los habitantes del Campo de Gibraltar.

Una de las medidas que España estudia es implantar una tasa de congestión de 50 euros a los vehículos que atraviesan La Línea de la Concepción (Cádiz), una propuesta que ya ha sido contestada por el Gobierno de Gibraltar que la considera "claramente poco meditada".

El Ejecutivo del Peñón también califica las palabras del ministro José Manuel García-Margallo de "ruido de sables", "retrógradas y amenazadoras" y como "una clara reminiscencia de la política y tácticas empleadas en los asuntos relacionados con Gibraltar por el régimen fascista liderado por Franco en las décadas de 1950 y 1960".

El titular de Exteriores había afirmado anteayer que los controles en la verja -que han ocasionado en los últimos días largas colas- son legales y advertía de que habría más, a la vez que señalaba que con Gibraltar se ha acabado "el recreo de la época de Moratinos".