Arenas. Comentó a los periodistas que estaba tranquilo y que la declaración había ido bien - Reuters

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Los ex secretarios generales del PP Francisco Alvarez Cascos, ahora en Foro Asturias, y Javier Arenas, aún dirigente del partido, mantuvieron ayerla misma versión y se han refugiado en el "No recuerdo" ante el juez Pablo Ruz que investiga la supuesta contabilidad B del PP a raíz de los llamados 'papeles' del extesorero Luis Bárcenas. En lo que respecta al sucesor de Bárcenas, Cristóbal Páez, ha admitido la posibilidad de que hubiera una contabilidad B y ha reconocido pagos en negro.

Según ha asegurado Gonzalo Boyé, uno de los abogados de la acusación particular presente en la toma de declaraciones en la Audiencia Nacional, parece que había un "acuerdo" entre los dos exdirigentes del PP, pese a encontrarse ahora en partidos distintos.

A su juicio, ambos han mantenido "una versión oficial que no ayuda a nada", coincidiendo en negar "en todo momento cualquier virtualidad probatoria de los papeles de Bárcenas". Y cuando se les preguntaba por algo concreto optaban por decir que no recordaban.

En cuanto a la cita que Bárcenas mantuvo con Arenas y el presidente Mariano Rajoy, el exministro ha contestado que fue una reunión "básicamente amistosa".

Asimismo, los exsecretarios generales del PP han negado haber cobrado sobresueldos procedentes de una contabilidad B del partido si bien han admitido, según fuentes presentes en la declaración, la inexistencia de protocolo alguno respecto de las donaciones recibidas por la formación, cuyo control han atribuido de forma absoluta al tesorero Álvaro Lapuerta.

Álvarez-Cascos ha permanecido dos horas declarando ante el juez Ruz, que instruye esta causa como una pieza separada del "caso Gürtel", y Arenas lo ha hecho posteriormente durante una hora y media. Según los abogados de la acusación presentes en sus comparecencias. Sobre los sobresueldos, ambos han dicho que "no tengo constancia" o que siempre han tributado por todo lo obtenido.

Sobre el control de las donaciones, las mismas fuentes señalan que tanto Álvarez-Cascos como Arenas han reconocido que no existía mecanismo alguno para hacer cumplir lo señalado en la Ley de Financiación de partidos políticos de 1987 o la de Régimen Electoral General de 1985, señalando que el competente para ello era el tesorero, es decir Lapuerta, y que nunca preguntaron si dicho control existía de algún modo.

Por lo que se refiere a Cristóbal Páez, el sucesor de Luis Bárcenas al frente de las finanzas del PP, ha admitido en la Audiencia Nacional la posibilidad de que hubiera una contabilidad B en el PP y de hecho ha reconocido haber recibido en dos ocasiones sobres con billetes de 500 euros no declarados a Hacienda, según ha asegurado Gonzalo Boyé, uno de los abogados de la acusación particular presente en la toma de declaración por parte del juez Pablo Ruz.

El que fuera gerente del PP en 2009 y 2010 aparece en dos apuntes referidos a su persona en los denominados "papeles de Bárcenas", que el extesorero del PP identificó como "gratificaciones" en estos documentos. Se trata de una anotación del 2 de junio de 2008 que refleja un pago por un total de 6.000 euros y otra de abril de 2007, reflejada como otra "gratificación" para un tal "Cristóbal Mdez", por otros 6.000.

Igualmente y según otras fuentes consultadas, Paéz ha admitido haber cobrado, siempre en negro y durante 10 años, entre 1986 y 1996, diversos trabajos que prestaba para el PP como asesor en temas de derecho laboral, y que quien le pagaba era el entonces gerente Luis Bárcenas.

También ha reconocido este testigo que durante unas semanas custodió una carpeta que le dió Bárcenas al tener miedo de que se realizara un registro en el partido aunque ha dicho no leyó su contenido, que eran unas "hojas en excel" que ha admitido podrían coincidir con las aportadas por el exsenador al juez como las que acreditan la contabilidad B en el PP.