El periodista Alfonso B.C. ha mantenido su inocencia durante el interrogatorio que tuvo lugar ayer - EFE

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El titular del Juzgado de Instrucción número dos de Santiago de Compostela, José Antonio Vázquez Taín, ha decidido enviar a prisión al periodista Alfonso B.C., el padre de la niña encontrada muerta el domingo, por un delito de homicidio, una imputación que podría ser modificada por la de asesinato según los hallazgos que revelen los resultados de toxicología.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha informado de que al padre de Asunta Basterra se le acaba de notificar el auto por el que se decreta su ingreso en prisión comunicada y sin fianza, en el que se le imputa un delito de «homicidio, posible asesinato, a la espera de los resultados de toxicología».

Fuentes jurídicas han confirmado que Alfonso B. ha mantenido su inocencia durante el interrogatorio que tuvo lugar ayer en los juzgados compostelanos. En él, pese a que una de las pruebas reclamadas para la investigación son cámaras de seguridad de varios establecimientos del centro compostelano, no se han llegado a visionar imágenes de las horas que entre la desaparición de la niña y la 1.30 horas, cuando fue hallada fallecida.

El padre de la menor, periodista de 49 años de edad, se había negado a declarar ante la Guardia Civil desde que el pasado miércoles fue detenido por su vinculación con el crimen de su hija adoptiva, un día después que su mujer, Rosario P.O.. Este viernes ha contado su versión de los hechos ante el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Santiago de Compostela, José Antonio Vázquez Taín, durante unas dos horas.

Alfonso B.C. acudió junto con su mujer a las 22.31 horas del pasado sábado a interponer una denuncia ante la Policía en Santiago por la desaparición de su hija. Tal y como recoge esta denuncia, Rosario P.O. indicó que, cuando llegó a su domicilio tras hacer unas compras, se encontró la puerta cerrada con llave y la alarma conectada.La niña no se encontraba allí.

Por ello, la madre llamó a su exmarido, que vive a escasos 25 metros de su domicilio, para comprobar si estaba con él. Al no tener noticias de la menor y tras esperar «un tiempo prudencial», los padres aseguraron que se pusieron en contacto con varios conocidos y amigos de la niña con resultado negativo.