Christine Lagarde, directora general del FMI - EFE

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La economía española reducirá su caída en 2013 al 1,3 por ciento y volverá al crecimiento positivo en 2014 con un leve repunte del 0,2 por ciento, como parte del proceso de «estabilización» de la periferia de la eurozona, informó ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los datos de su informe de Perspectivas Económicas Globales suponen una mejora de tres décimas para 2013 con respecto a sus cálculos de julio para España, cuando pronosticó una contracción de 1,6 por ciento; y de dos décimas para 2014, cuando había situado el crecimiento de la economía española en cero.

«En la eurozona los indicadores de confianza sugieren que la actividad está cerca de la estabilización en la periferia y ya en recuperación en el núcleo», afirma el Fondo.

La entidad internacional dirigida por Christine Lagarde apunta a la «reducción del ritmo de consolidación fiscal» como uno de los motivos de esta leve mejoría, pero advierte de que «la escasez del crédito ha enfriado» este repunte especialmente en los países de la periferia europea.

También destacó como alarmante que «el desempleo sigue siendo elevado y los mercados laborales se mantienen deprimidos», por lo que insta a una mayor «flexibilización» encaminada a un «fortalecimiento de la creación de empleo» en la eurozona.

Los cálculos del Fondo prevén que el paro toque techo en España en 2013 con un índice del 26,9 por ciento y se reduzca levemente en 2014 al 26,7 por ciento, mientras que en la eurozona se situará en el 12,3 por ciento y 12,2 por ciento, respectivamente.

Pese a que el panorama en la eurozona aparece ahora más despejado que «seis meses atrás», el organismo internacional advierte de significativos riesgos a la baja debido a que la «fragmentación» de los mercados financieros y la «debilidad» de los bancos impiden «la transmisión de la política monetaria expansiva» puesta en marcha por el Banco Central Europeo (BCE).

Por ello, vuelve a insistir en la necesidad de avanzar en la unión bancaria para el euro y la instauración de un mecanismo único de resolución de entidades financieras.

Para el Fondo, la principal amenaza proviene de que los «compromisos políticos» se paralicen en la eurozona, y advierte que si las reformas estructurales no se profundizan «hay un alto riesgo de estancamiento, renovado estrés en el corto plazo y una pérdida de potencial de crecimiento».

Dentro del «débil» contexto de recuperación, y tras registrar una contracción del 0,4 por ciento en 2013 (una décima menos de lo previsto en julio), la eurozona volverá al crecimiento positivo en 2014 con un 1 por ciento, la misma cifra anticipada en julio.

Gran parte de este avance viene dado por el repunte de las grandes economías del euro, Francia y Alemania, que, tras tímidos crecimientos en 2013, ganarán empuje en 2014.

Alemania, motor económico continental, registrará un crecimiento estimado del 0,5 por ciento en 2013 y del 1,4 por ciento en 2014.