Artur Mas acompañado de los políticos que ven con buenos ojos el referendum - EFE

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El presidente de la Generalitat, Artur Mas, pactó ayer con CDC, UDC, ERC, ICV-EUiA y la CUP que la pregunta de la eventual consulta soberanista en Cataluña, que se celebraría el 9 de noviembre de 2014, sea: ¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?.

Esta pregunta, en «caso afirmativo», daría opción a una subpregunta que interrogaría a los catalanes sobre si quieren que «este Estado sea independiente», según avanzaron a Efe fuentes de la negociación y, posteriormente, confirmó Mas en una comparecencia junto al resto de líderes a favor de la consulta.

Mas compareció a las 14 horas para confirmar el pacto de la consulta y dar cuenta del contenido de la reunión que, desde las 11 horas, mantuvo en el Palau de la Generalitat con Oriol Junqueras y Marta Rovira (ERC), Joan Herrera (ICV), Jordi Turull (CDC), Joana Ortega y Ramon Espadaler (UDC), Joan Mena (EUiA) y David Fernández y Quim Arrufat (CUP).

Este acuerdo para celebrar la consulta en 2014 no cuenta con el aval del Gobierno del Estado y tiene el rechazo del PPC, Ciutadans y UPyD.

El PSC es favorable al derecho a decidir y a celebrar una consulta en Cataluña, pero hace unas semanas se descolgó del frente pro-consulta porque entendió que el proceso no puede continuar sin una negociación y un acuerdo previo entre la Generalitat y el Gobierno, una condición que no existe en estos momentos ni tiene visos de que exista.

Gobierno

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, afirmó ayer rotundo que la consulta «no se celebrará» en Cataluña, ya que, según explicó, la Constitución «no autoriza a ninguna comunidad autónoma a someter a referéndum cuestiones que afectan a la soberanía nacional» y sobre las que se deben pronunciar «todos los españoles».

Así lo aseguró Gallardón en los pasillos del Congreso poco después de conocer que CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP habían acordado convocar la consulta el 9 de noviembre de 2014 con una pregunta doble: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? y ¿Quiere que sea independiente?».

El ministro recalcó que pretender que Cataluña adopte una decisión sobre un asunto que corresponde a «todos» los españoles, como es la soberanía nacional y la integridad territorial, es «hurtar a los españoles» de su capacidad de decisión. «Es un intento de violentar la Constitución en contra de los derechos fundamentales de los españoles», enfatizó.