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El comisario europeo de Ampliación, Stefan Füle, aseguró ayer que los trabajos para avanzar hacia la firma de un acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania «están suspendidos» y pidió a Kiev un «compromiso claro» antes de continuar los contactos.

«Más discusiones están condicionadas a que haya un claro compromiso para firmar. Los trabajos están suspendidos, no he tenido respuesta» por parte del Gobierno ucraniano, afirmó Füle en un mensaje en la red social Twitter.

Ante la falta de claridad por parte del Gobierno ucraniano, Füle decidió suspender los trabajos que mantenía con el país para tratar de encontrar «caminos» hacia la firma del acuerdo de Asociación y libre comercio con los Veintiocho, explicaron a Efe fuentes comunitarias.

Los trabajos, que dieron comienzo tras la ruptura de las negociaciones oficiales para la firma del acuerdo, se mantendrán parados hasta que Kiev clarifique cuáles son realmente sus aspiraciones, indicaron las fuentes.

El comisario europeo mostró su descontento debido a que «las palabras y los hechos del presidente (Víktor Yanukóvich) y el Gobierno respecto al acuerdo de Asociación están cada vez más separadas» y afirmó que los argumentos de la delegación ucraniana «no están basados en la realidad», en otro mensaje en Twitter.

Füle transmitió esta preocupación al viceprimer ministro ucraniano, Serguéi Arbúzov, durante la visita que llevó a acabo el pasado jueves a Bruselas, tras la que los equipos de la Comisión Europea han mantenido varios contactos telefónicos con Kiev, explicaron las citadas fuentes.

El Gobierno ucraniano ha afirmado que su intención es firmar «pronto» el acuerdo de Asociación, una vez que reciba garantías de que su implementación no dañará a la ya maltrecha economía nacional, pero desde Bruselas se le exige pasos concretos en este sentido.

Cuando el acuerdo parecía ya un hecho, Yanukóvich dio la espalda a la UE y se inclinó por mantener los vínculos económicos con Rusia, con quien va a sellar un pacto para restablecer plenamente las relaciones comerciales.

Esta decisión desató una oleada de protestas en las calles de Ucrania, así como un intercambio de reproches entre Kiev, Moscú y Bruselas.

La oposición ucraniana volvió a congregar un domingo más a cientos de miles de personas en la Plaza de la Independencia de Kiev para gritar a favor de una Ucrania europea, el mismo día en que Bruselas anunciaba el fin de las negociaciones para un Acuerdo de Asociación.

Con la plaza repleta de manifestantes instalados entre las tiendas de campaña y los puestos de comida y bebida gratuitos, bajo un mar de banderas azules y amarillas de Ucrania y la UE, la jornada transcurrió entre mítines políticos y conciertos de pop, rock o música popular que contribuían a caldear el ambiente.

Los manifestantes respondían con gritos de «¡Gloria a los héroes!» a las arengas desde el escenario de «¡Gloria a Ucrania!», mientras junto a las barricadas de la entrada se colgó una enorme pancarta con la leyenda «¡Entendednos, estamos hartos!».