La Comisión de Interior aprobó la reforma de la Ley de Tráfico - Reuters

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Conducir duplicando la tasa de alcohol permitida o ser reincidente será multado con 1.000 euros, mientras que el resto de positivos seguirán estando sancionados con 500 euros, como hasta ahora, después de un acuerdo alcanzado a última hora entre el PP y CiU, al que se sumaron el resto de grupos -salvo el PSOE, que se abstuvo-, durante la tramitación de la reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, que fue aprobada ayer por la Comisión de Interior del Congreso.

La reforma, que será enviada ahora al Senado, salió adelante con los votos a favor del PP y CiU, que durante el trámite en el Congreso pactaron, a propuesta del grupo catalán, una rebaja del proyecto inicial del Gobierno de multar con 1.000 euros cualquier positivo en alcohol. Finalmente, esa multa sólo se aplicará a los conductores que dupliquen la tasa de alcohol, se nieguen a realizar la prueba o sean reincidentes, al haber sido multados por alcoholemia durante el último año. También se mantiene, a la espera de lo que se negocie en el Senado, la multa de 1.000 euros a los conductores que den positivo en drogas.

El PSOE e IU, que se mostraron críticos con la subida de las sanciones por alcoholemia y la obligatoriedad del casco para los ciclistas en el ámbito urbano --otra de las novedades de la reforma-- han votado en contra del proyecto, mientras que PNV, UPyD y UPN se abstuvieron.

Igualmente, el texto que ha salido del Congreso incluye el acuerdo que ya habían alcanzado PP y CiU durante el trámite de la ponencia para rebajar de 18 años, que había propuesto el ejecutivo, a 16 años la edad por debajo de la cual será obligatorio llevar casco para montar en bicicleta en ciudad. Actualmente, sólo es obligatorio el uso del casco en vías interurbanas.


Velocidad

A su vez, la normativa abre la puerta a un futuro cambio en los límites de velocidad, alcanzando los 130 kilómetros por hora en algunos tramos de autovías y autopistas. Aunque la ley no eleva estos límites, permite que el Gobierno pueda hacerlo en un futuro, mediante una modificación del Reglamento de Circulación, y establece las sanciones para cuando estos límites estén en vigor.

Durante el debate en comisión, la oposición se mostró crítica con el aumento de las multas por alcoholemia de 500 a 1.000 euros. Así, Jordi Jané, diputado de CiU, grupo que había propuesto establecer la multa de 1.000 euros sólo cuando se superara el límite de 1 gramo por litro en sangre o en el caso de los reincidentes, criticaó que se pretendiera «de forma indiscriminada» multar con 1.000 euros «cualquier positivo» por «afán recaudatorio».

Tras el acuerdo con el PP, Jané se felicitó de haber eliminado «la desproporción inicial del Gobierno» y que las sanciones sean más «racionales». Igualmente, la portavoz del PP, Concha Bravo, se congratuló del pacto, así como de que la reforma haya salido adelante por «amplia mayoría» y lamentó que «el PSOE no haya querido negociar».