IRÁN. El presidente de Estados Unidos aseguró ayer que no ve necesarias nuevas sanciones a Irán - EFE

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo ayer tomarse «en serio» las «preocupaciones» surgidas por la actividad de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) pero negó que el país vaya a «desarmarse unilateralmente» y a renunciar a todos los programas de vigilancia filtrados por el excontratista Edward Snowden.

«No podemos desarmarnos unilateralmente», aseguró Obama, que sí reconoció la necesidad de que la recogida de información se haga con más «controles» y de forma más «equilibrada». En este sentido, admitió la necesidad de mantener al país seguro y, al mismo tiempo, tener en cuenta «el estado de derecho y las dudas en materia de privacidad y libertades civiles».

Obama compareció ayer en la Casa Blanca en su última rueda de prensa del año y, en su balance, se coló el espionaje de la NSA como una de las grandes polémicas del año.

El presidente avanzó que en enero hará una declaración «bastante definitiva» sobre posibles cambios en la agencia de Inteligencia, aunque no aclaró cuántas recomendaciones aceptará de las más de 40 expuestas esta semana por una comisión designada por la Casa Blanca precisamente para proponer reformas en la NSA.

Obama lamentó el «innecesario daño» causado por las filtraciones de Snowden y que ahora obligan, entre otras cosas, a recuperar la «confianza» perdida de los ciudadanos. El mandatario insistió en que no hay ninguna sospecha sobre una posible recolección irregular o un mal tratamiento de los datos sobre llamadas por parte de la NSA ni se trata de acciones de «cotilleo».

Respecto a la situación concreta de Snowden, asilado actualmente en Rusia, Obama evitó realizar valoraciones específicas y ha indicado que el caso está en manos de los tribunales y la fiscalía.

El año 2013 ha sido el de la implantación de la reforma sanitaria por la que había hecho campaña el propio Obama, pero su puesta en marcha se ha visto empañada por complicaciones técnicas que han limitado el acceso de los estadounidenses al nuevo mercado de seguros.

El mandatario citó como el mayor error del año precisamente el arranque de esta reforma -conocida popularmente como 'Obamacare'- y que ha tenido por epicentro de las desgracias la web habilitada para que los habitantes de más de una treintena de estados pudiesen informarse y registrarse en los nuevos seguros.