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El director del Institut Ramon Llull (IRL), Àlex Susanna, ha asegurado este jueves que cualquier actividad cultural que esta institución organiza en el extranjero «es supervisada y controlada» directamente por personal del Ministerio de Asuntos Exteriores, del Instituto Cervantes e incluso del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

En declaraciones a Catalunya Radio, el director del organismo de la Generalitat encargado de la promoción exterior de la lengua y cultura catalanas ha indicado que «sin ninguna clase de dudas» existen reticencias de la diplomacia española para hacer visible la realidad catalana.

En este sentido, ha aseverado que, cuando el IRL organiza un acto cultural en el extranjero, «sabemos que nos espera una formidable representación del Ministerio de Asuntos Exteriores español, junto con el Cervantes correspondiente, junto con alguien del CNI».

Àlex Susanna ha añadido que, mientras los representantes de Exteriores y del Instituto Cervantes sí que se identifican como tales, «el del CNI no, pero está en la fila de detrás tomando nota».

«Están allí y controlan que no nos desmandemos y, si por casualidad se entrase en un tipo de debate político, tarde o temprano nos llamarían al orden», a través de comunicaciones al delegado de la Generalitat en el país correspondiente, ha precisado.

Susanna ha situado en el ámbito de estas reticencias el hecho de que, desde hace tiempo, «estamos persiguiendo ser el país invitado en la feria internacional del libro juvenil e infantil más importante, que es la de Bolonia». «Todo estaba perfectamente encarrilado -ha dicho-, pero desde hace medio año no me responden a ningún correo ni a ninguna llamada».

«Con la directora de la feria, nos conocemos de hace muchos años, y todo iba sobre ruedas», ha indicado Susanna, que ha augurado que «algún día sabré qué ha pasado».

Por otra parte, Susanna ha dicho que encuentra injusto que el Instituto Cervantes no asuma «ningún coste» de las actividades que se llevan a cabo para promocionar la cultura catalana en el exterior.

«Ahora vamos a Pekín y llevamos una exposición de Perico Pastor. Para ello, estamos en conversaciones con ellos (el Instituto Cervantes) y nos ofrecen la sede, pero el resto lo asume todo el Institut Ramon Llull. Por tanto, una vez más, se muestra la injusticia. Es decir, los catalanes tenemos que pagar doble, incluso en el campo de la cultura», ha lamentado Susanna.