El rey Felipe VI comparece ante los españoles desde el Palacio de La Zarzuela con el primer mensaje televisado de Navidad de su reinado. | Efe

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Felipe VI defiende la necesidad de abrir una «profunda regeneración» de la vida colectiva y «cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción», al tiempo que se pronuncia sobre Catalunya para pedir unidad y subrayar: «los desencuentros no se resuelven con rupturas emocionales o sentimentales».

En el primer mensaje de Navidad de su reinado, don Felipe explica que le duele y preocupa que, por la situación de Catalunya, haya «fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos» y pide respetar la Constitución y realizar un esfuerzo «leal y sincero» de reencuentro para construir juntos un proyecto que garantice la pluralidad y genere ilusión. "Preservar nuestra unidad desde la pluralidad" es uno de los objetivos que el Rey identifica como grandes retos de la España actual, junto a otros tres: "Regenerar nuestra vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones" y "garantizar nuestro Estado de Bienestar". Dos días después de que el juez instructor del caso Nóos haya decidido que la infanta Cristina sea juzgada como presunta cooperadora en dos delitos fiscales, don Felipe destaca que el hecho de que los responsables de "conductas irregulares" estén "respondiendo de ellas" es una prueba del funcionamiento del Estado de Derecho. "Como es verdad también que la gran mayoría de servidores públicos desempeñan sus tareas con honradez y voluntad de servir a los intereses generales", ha añadido, antes de precisar: "Pero es necesario -también y sobre todo- evitar que esas conductas echen raíces en nuestra sociedad y se puedan reproducir en el futuro". Los ciudadanos necesitan estar seguros de que "el dinero público se administra para los fines legalmente previstos, que no existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública, que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse o enriquecerse; que no se empañe nuestro prestigio y buena imagen en el mundo", ha insistido. Don Felipe ha reservado también un lugar destacado de su mensaje a la situación económica, que "continúa siendo un motivo de grave preocupación para todos", y, después de apelar a los agentes políticos, económicos y sociales para que "trabajen unidos permanentemente" en la lucha contra el paro, porque es la "gran prioridad", ha instado a garantizar el Estado de Bienestar. "Los índices de desempleo son todavía inaceptables" y la economía española no ha sido capaz aún de "resolver de manera definitiva" este desequilibrio, ha recordado el Monarca, al advertir: "Debemos seguir garantizando nuestro Estado de Bienestar, que ha sido durante estos años de crisis el soporte de nuestra cohesión social, junto a las familias, asociaciones y movimientos solidarios". Respecto a Cataluña, ha animado a respetar unas diferencias que nunca deben servir para "distanciar", porque "nadie en la España de hoy es adversario de nadie", y ha alertado de que la "fuerza de la unidad" permitirá "llegar más lejos y mejor en un mundo que no acepta ni la debilidad ni la división de las sociedades", después de afirmar: "Es evidente que todos nos necesitamos". "Hagamos todos un esfuerzo leal y sincero y reencontrémonos en lo que nunca deberíamos perder: los afectos mutuos y los sentimientos que compartimos. Respetemos la Constitución, que es la garantía de una convivencia democrática, ordenada, en paz y libertad; y sigamos construyendo todos juntos un proyecto que respete nuestra pluralidad y genere ilusión y confianza en el futuro", ha proclamado. Ante unos "tiempos complejos y difíciles", el Rey ha llamado a actuar con "responsabilidad, ilusión y espíritu renovador" y ha subrayado la necesidad de adaptar la convivencia política en España a las necesidades del tiempo actual, "poner al día" el funcionamiento de la sociedad democrática y "conseguir que los ciudadanos recuperen su confianza en las instituciones". "España", "futuro" y "confianza" son algunas de las palabras más repetidas y enfatizadas entre las 1.643 que ha contenido esta primera comparecencia televisiva navideña de Felipe VI, en la que también han destacado los términos "ciudadanos", "españoles", "política", "Constitución", "convivencia", "ilusión", "familias", "instituciones" y un verbo en primera persona del plural: "Debemos". Don Felipe ha dedicado la última parte de su alocución a dirigir a los españoles un mensaje de esperanza en el que les ha pedido confianza en sí mismos y ha insistido en que esa es la clave para "recuperar el orgullo" de la "conciencia nacional" de una España "moderna, de profundas convicciones democráticas, diversa, abierta al mundo, solidaria, potente, con empuje". "Y ahí estaré siempre a vuestro lado, como el primer servidor de los españoles", ha recalcado el Monarca, antes de felicitar estas fiestas navideñas en nombre de doña Letizia y sus dos hijas y de despedirse con una felicitación en las distintas lenguas cooficiales de España. Una sala del Palacio de la Zarzuela, con grandes ventanales sobre los jardines de entrada y un ambiente de hogar familiar, ha sustituido este año al salón de audiencias como escenario de un mensaje que ha durado doce minutos y 38 segundos y en el que el Rey se ha dirigido a los ciudadanos acompañado por la bandera de España y varias simbólicas fotos junto a su esposa, sus padres y sus hijas. El abrazo de don Juan Carlos el día de la abdicación, la primera aparición pública en Mallorca de los nuevos Reyes con sus hijas y una espontánea imagen de don Felipe y doña Letizia durante un vuelo oficial componen esta galería fotográfica, a la que se suma un pequeño cuadro con un retrato de la ahora Reina cuando era niña.