Semáforo instalado en Valencia con la silueta femenina en los colores rojo y verde. | Juan Carlos Cardenas

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La silueta de una mujer con falda en los semáforos permite desde este lunes al Ayuntamiento de Valencia hacer visible su defensa por las políticas de igualdad y contra la discriminación, una carga simbólica que la convierte en la «primera gran ciudad» de España que instala semáforos con fines paritarios.

Una veintena de calles de la capital valenciana ya dispone de estos semáforos, en uno de cuyos lados está la silueta femenina en los colores rojo y verde, y en el otro se mantiene el tradicional símbolo masculino, una iniciativa que ha supuesto un «coste cero» para las arcas municipales.

Así lo han asegurado los concejales de Igualdad y de Movilidad Sostenible, Isabel Lozano y Giusseppe Grezzi, quienes, pese al viento y la lluvia que sufre hoy la capital valenciana, han visitado el semáforo instalado en la céntrica calle de Xàtiva, junto a la Plaza de Toros y la Estación del Norte.

Lozano ha destacado que el objetivo de la medida, presentada la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer, es visibilizar que a la hora de diseñar los espacios de la ciudad «las mujeres también han de contar. Hasta ahora no se había contado con esta perspectiva de género en la ciudad».

Aunque se trata de una medida «muy modesta y pequeña», según la edil, tiene la «carga simbólica» de manifestar la voluntad política del Ayuntamiento por la igualdad en todos los ámbitos y áreas de actuación.

Aunque otras ciudades como Lugo, La Coruña, Fuenlabrada (Madrid) y Sagunto (Valencia) han incorporado la figura femenina en sus semáforos, Valencia es la primera «gran ciudad» de España que lo hace, según ha explicado Lozano.

«Se ha adoptado esta medida para visibilizar la otra mitad de la humanidad, que somos las mujeres», ha destacado la concejal, quien ha añadido que se ha optado por una silueta con falda porque es un icono que universalmente reconoce la figura femenina.

«Pero nada tiene que ver con si las mujeres llevan falda o pantalón, o tienen el pelo largo o corto», ha matizado.

Por su parte, Grezzi ha destacado que aunque hasta el momento pueden encontrarse semáforos con la figura de la mujer en veinte cruces de gran tránsito de personas de la ciudad, cuando se tengan que ir cambiando se introducirán paulatinamente en nuevos puntos.

El concejal de Movilidad ha señalado que aunque ha habido reacciones de todo tipo, estas son «normales ante una novedad, porque en muchos años no se había hecho nada, no había ni una concejalía de Igualdad. Todo lo que cambia el panorama genera debate».

La opinión de los usuarios sobre esta iniciativa es variada, desde quien la considera «un poco machista» aunque «revolucionaria», la que opina que es un «gesto simbólico interesante» o quien se muestra «indiferente» y asegura que le «da igual».

La exministra de Cultura Carmen Alborch, que se ha acercado para ver el nuevo semáforo, ha asegurado a Efe que supone una manera de «visibilizar la presencia de las mujeres en la ciudad».

«Nosotras caminamos y la calle siempre ha sido un camino hacia la libertad, aunque muchas veces esté llena de obstáculos», ha señalado Alborch, para quien este «gesto simbólico» es una «manera de tener en cuenta a las mujeres».

Son, a juicio de la también exdirectora del IVAM, «gestos interesantes» y hacen que se haga patente «la lucha por la igualdad y las desigualdades existentes», a lo que ha añadido: «Hace pensar, porque no todo tiene que ser en masculino. Las mujeres somos la mitad del cielo y la mitad de la tierra».

Por su parte, a Rosa, una vecina de Valencia, la instalación de estos semáforos le es indiferente: «Me da igual, no le doy ninguna importancia, me da lo mismo una cosa que otra, que lleve falda o pantalón».

Otra vecina de la ciudad que no quiere identificarse lo considera un gesto «un poco revolucionario», aunque señala que no le parece bien al verlo «un poco machista».

Por los pasos de cebra «cruzamos todos, niños, hombres, invidentes... Creo que hubiera sido mejor un semáforo con sonido», opina.