La presidenta del Parlament Carme Forcadell (i), junto a los miembros de la Mesa, David Pérez (c), del PSC, y Lluís Corominas (d), de JxSi, pronuncia unas palabras tras la ofrenda floral del Parlament en la tumba del president Francesc Macià, con motivo del 83º aniversario de su muerte. | Efe

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Diversos líderes independentistas han hecho este domingo un llamamiento a materializar la «república catalana» que en su día «soñó» Francesc Macià, primer presidente de la Generalitat republicana, que murió hace justo 83 años.

En el tradicional homenaje frente a la tumba de Francesc Macià, en el cementerio de Montjuïc de Barcelona, se han dado cita como cada 25 de diciembre representantes de instituciones y fuerzas soberanistas como el PDeCAT -la antigua CDC-, ERC o Demòcrates de Catalunya.

En una breve alocución, en la que ha evitado referirse al discurso de este sábado del Rey, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha hecho un llamamiento a seguir el ejemplo de Macià, una «figura asociada a la idea de república catalana».

Acompañado de otros miembros del Govern como Oriol Junqueras, Meritxell Borràs, Antoni Comín y Carles Mundó, Puigdemont ha reivindicado tres «actitudes» de Macià que ahora deberían prevalecer: su «gran coraje», la «esperanza que supo tener y contagiar al pueblo de Cataluña» y su «vocación de libertad».

Quien sí ha salido al paso de las palabras del Rey -que abogó por una España en la que la convivencia democrática esté basada «en el respeto a la ley», en la unión y en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir», al sostener que no es tiempo para «fracturas, ni divisiones internas»- ha sido el vicepresidente del Govern y líder de ERC, Oriol Junqueras.

Junqueras se ha mostrado «absolutamente a favor» de evitar «confrontaciones estériles», de «respetar siempre la legalidad fruto de la democracia y de nuestro Parlamento» y de mantener una relación «entre iguales» con el «Reino de España».

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha reclamado que los catalanes «puedan expresarse con la misma libertado con la que lo hizo ayer el Rey».

Forcadell, investigada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por haber permitido el debate y votación de un documento que aludía a una vía unilateral hacia la independencia, ha dicho que trabaja para que «en el Parlament se pueda hablar de absolutamente todo, especialmente de lo que interesa a los catalanes», con el único «límite» del «respeto a los derechos humanos».

Ha querido destacar también la figura de Macià: su «sueño de una Cataluña políticamente libre, económicamente prospera y socialmente justa», ha dicho, está ahora «a nuestro alcance».

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha considerado «decepcionante» la «poca sensibilidad» y «comprensión» del Rey hacia Cataluña.

Pisarello, estrecho colaborador de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha lamentado que Felipe VI no abriera «ningún camino» para «desbloquear la situación» de manera «democrática y pacífica», después de la cumbre soberanista del viernes, en la que fuerzas independentistas y confluencias de izquierdas acordaron impulsar una campaña en España y en Europa en favor de un referéndum acordado.

Mientras tanto, la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, ha puesto en valor la «unidad» exhibida en la cumbre del viernes y ha asegurado que los catalanes tienen «más cerca que nunca el sueño» de Macià de conseguir un Estado para Cataluña.

Pascal ha evitado suscribir la reflexión planteada ayer por la portavoz parlamentaria de la CUP Anna Gabriel, que señaló que si el Estado se niega a negociar un referéndum, «en dos o tres meses» las fuerzas soberanistas deben dar por «cerrada» la vía pactada y preparar un referéndum unilateral.

«Nos estamos equivocando si volvemos a hacernos prisioneros de plazos», ha alertado Pascal, que no es partidaria de poner una fecha límite concreta para la negociación de un referéndum acordado, si bien sí ha insistido en que hay un horizonte «máximo» para la celebración del referéndum: septiembre de 2017.

En cambio, su compañero en el grupo parlamentario de Junts pel Sí y portavoz de Demòcrates de Catalunya, Antoni Castellà, ha coincidido con la CUP en dar como mucho «dos o tres meses» de margen para intentar acordar un referéndum con el Estado.