El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en el Palacio de la Moncloa para hacer balance del año y exponer sus perspectivas para 2017. | Juan Carlos Hidalgo

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado hoy que 2016 ha sido «el año de la incertidumbre» y el de «las decisiones inesperadas, los hechos sin precedentes y los sobresaltos políticos».

Rajoy ha iniciado así en el Palacio de la Moncloa su intervención en el que hace balance del año en el que ha ejercido diez meses en funciones.

En España, ha recalcado, se ha vivido «una situación sin precedentes» históricos, con un periodo de diez meses de un Ejecutivo en funciones aunque, ha añadido, «en los últimos meses» se ha «conseguido corregir» esa «imagen y sensación de inestabilidad», gracias a los acuerdos con otras fuerzas políticas para la formación del Gobierno.

«Es cierto que hemos vivido un largo y pernicioso periodo de interinidad y de bloqueo», ha dicho Rajoy, quien ha señalado sin embargo que «no es menos cierto que se han evitado males mayores y que los últimos tiempos de pactos nos están permitiendo enmendar la desconfianza y el deterioro» que había generado ese periodo.

A juicio del jefe del Ejecutivo, «se ha tardado demasiado» en hacer lo que «dictaron la voluntad de los españoles» expresada en las urnas «el sentido común y el propio interés de la nación», aunque el Gobierno en funciones hizo «todo lo posible para paliar las consecuencias del bloqueo político».

«Ha sido un año de gran incertidumbre en España y también fuera de nuestras fronteras», ha señalado el jefe del Ejecutivo que, en ese sentido, ha aludido en primer lugar al triunfo de Donald Trump en las elecciones de EEUU, «un vuelco político de indudable magnitud cuyas consecuencias no conoceremos con certeza» hasta que tome posesión de su cargo.

Ha recordado el resultado de los referendos en Colombia e Italia y, sobre todo, el celebrado en el Reino Unido, que hará que este país deje de pertenecer a la Unión Europea.

Se ha referido asimismo a la «consolidación de fuerzas extremistas de distinto tipo» que se ha vivido en Europa este año, con un elemento común: que todas son abiertamente contrarias al proyecto de integración europea» y que buscan en «el nacionalismo, la xenofobia o el comunismo» dar «una respuesta equivocada» a los retos «cada vez más exigentes» de la sociedad.