TW
4

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha anunciado este sábado que propondrá en el marco del Pacto Nacional por la Educación un nuevo modelo de acceso a la docencia que incluya un programa de «formación práctica tutorizada», una especia de MIR de dos años de duración.

Méndez de Vigo ha anunciado esa propuesta en su intervención en la Convención Nacional de Educación que celebra el PP en Santiago de Compostela y que es la primera con la que el partido pretende afrontar un «rearme programático».

Una reunión en la que ha avanzado igualmente que el presupuesto para becas se incrementará en 50 millones de euros en el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado para 2018.

El ministro ha resaltado la trascendencia de impulsar la tarea del profesorado en el Pacto Nacional por la Educación que se está negociando en el Congreso y ha defendido potenciar su formación permanente y darle instrumentos para desarrollar una carrera profesional fundamentada en el trabajo y que pueda estar ligada a diferentes posibilidades de especialización.

«Queremos mejorar la formación inicial y configurar un nuevo sistema de acceso a la función docente. Creemos -ha añadido- que es imprescindible que cuando se acceda la docencia se haga con una formación sólida».

Y ha precisado que esa formación no debe limitarse a una especialidad concreta, sino también en técnicas pedagógicas, metodología, recursos y práctica supervisada.

Por todo ello es por lo que ha defendido llevar al pacto por la educación un nuevo sistema de acceso a la función docente que sea «estable, permanente y previsible» y que tenga una carrera profesional fundamentada en los principios de mérito y capacidad y que esté sujeta a evaluación.

En consecuencia, ha explicado que propondrá que para el acceso a la docencia se evalúen tanto los conocimientos como las aptitudes docentes una vez superada una fase de formación práctica.

Tras superar la formación inicial (Grado y Máster de profesorado), planteará establecer una primera prueba selectiva que evalúe los conocimientos de la especialidad así como otros aspectos relacionados con la organización curricular y escolar, la gestión de centros educativos, y la administración y la legislación educativa.

Será, ha señalado, un «programa de formación práctica tutorizada, una especie de MIR de dos años de duración, en el que se trabajen todas y cada una de las funciones asociadas a la docencia».

Al terminar esa fase de formación práctica y siempre que se haya obtenido una evaluación positiva, habrá una segunda prueba práctica (oposición) que tendrá como objeto la comprobación de la aptitud pedagógica.