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El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha asegurado este sábado que «el Gobierno de España seguirá trabajando hasta la derrota total y absoluta de ETA».

Zoido ha hecho estas declaraciones a los periodistas en San Sebastián tras participar en el homenaje tributado en el cementerio de Polloe al concejal del PP Gregorio Ordóñez al cumplirse el 23 aniversario de su asesinato por ETA.

En el acto, que ha consistido en un responso y una ofrenda floral ante la tumba del edil popular, ha intervenido la hermana del asesinado, Consuelo Ordóñez, quien ha pedido al Ejecutivo que deje de «suplicar» a ETA que se disuelva y que «desarticule de una vez por todas lo que queda de la organización terrorista».

El ministro, quien no ha aludido a la petición de Consuelo Ordóñez, ha recalcado que el Gobierno trabajará para que la «derrota total de ETA» conlleve un «relato que gire en torno a la memoria, la justicia y la verdad que exigen las víctimas del terrorismo» que tienen derecho a ser respetadas y a que «jamás puedan ser humilladas».

Zoido ha insistido en que, «sin duda alguna», las «víctimas del terrorismo van a formar parte del centro del relato para que nunca nadie pueda equivocarse a lo largo de los próximos años» de que «hubo y hay víctimas y de que hubo y hay todavía verdugos de la banda terrorista ETA».

El ministro ha manifestado la determinación del Gobierno de continuar con su labor hasta que se esclarezcan todos los crímenes de la banda terrorista pendientes de resolver y hasta que «el último de los etarras pida perdón, se arrepienta de lo que hicieron y reconozca que no tuvo razón de ser aquella constante terrorista que tanto dolor y tanta sangre derramó en España».

Juan Ignacio Zoido llegó ayer a San Sebastián, donde tuvo la oportunidad de recorrer a pie por la noche las calles de la Parte Vieja en una imagen de normalidad no habitual en los últimos años para un ministro del Interior.

Zoido ha estado acompañado hoy en este homenaje por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, y por numerosos dirigentes del PP vasco, entre ellos su secretario general, Alfonso Alonso, y el portavoz parlamentario, Borja Sémper.

En el acto, la hermana del asesinado y presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez ha exigido al Gobierno que deje de «vender» la derrota de ETA y de «suplicar» que se disuelva.

«Si ETA está derrotada, lo único que espero de quienes defienden el Estado de Derecho y, en particular de este Gobierno, es que la desarticule de una vez por todas», ha recalcado.

Ordóñez ha cargado también contra el nacionalismo vasco al que ha reprochado que haya pasado años sin reclamar la transferencia de la competencia de prisiones para evitar ser «carcelero de ETA» y que la exija ahora como un «derecho histórico» para «facilitar lo posible la salida de los etarras de prisión». «Para beneficiar a una organización terrorista son capaces de condicionar la política de todo un país», ha denunciado.

La presidenta de Covite se ha dirigido, por último, a aquellos que «van de la mano con los nacionalistas» para pedirles que no se dejen «arrastrar por su indignidad» capaz de hacer creer que un homenaje por las víctimas puede «celebrarse en silencio para no molestar la conciencia de los que siguen justificando su asesinato».

La presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Eider Mendoza, y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, todos del PNV, han acudido al acto en el que ha estado también presente la expresidenta del PP vasco María San Gil, quien fue secretaria de Gregorio Ordóñez y se encontraba comiendo junto a él en un restaurante de la Parte Vieja donostiarra cuando fue asesinado por un pistolero de ETA.