El teniente coronel Jefe Accidental de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, José Hernández Mosquera, durante la rueda de prensa que ha ofrecido para informar sobre el caso de Gabriel Cruz. | Efe

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El hallazgo de la camiseta del niño Gabriel Cruz fue fundamental para fijar las investigaciones sobre Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del pequeño, la cual, según los investigadores, pretendía desviar la atención hacia terceras personas y crear «esperanza».

Así lo señalaron este jueves el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, José Hernández Mosquera, y el comandante de la UCO Juan Jesús Reina, que informaron sobre la desaparición, investigación y hallazgo del cadáver del niño Gabriel Cruz, de 8 años, desaparecido el 27 de febrero en Las Hortichuelas (Almería) y cuyo cadáver fue hallado el pasado día 4 y detenida la compañera sentimental de su padre.

Según los investigadores, la camiseta fue colocada en la finca de la familia de Rodalquilar, cerca de la cual vive una expareja de Ana Julia, quien insistió al padre del niño y su compañero sentimental en buscar en esa zona, y, en un descuido, dejó caer la prenda.

La Guardia Civil considera que Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del niño Gabriel, es desde el «punto de vista policial» una persona de una «frialdad máxima» que mantiene una «falta de empatía hacia otras personas» y «egocéntrica».

Así la ha definido este jueves el comandante de la Unidad Central Operativa (UCO), Jesús Reina, quien junto al teniente coronel Jefe Accidental de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, José Hernández Mosquera, ha informado sobre la investigación de la operación 'Nemo'.

Ha dicho que Ana Julia, a la que el Instituto Armado considera responsable de los delitos de detención ilegal y asesinato, es una persona a la que «ciertas circunstancias negativas» le pueden provocar una inestabilidad «muy grande» además de ser «muy manipuladora».

Hernández Mosquera y Reina han señalado que durante la investigación se percibieron ciertas «actitudes» sospechosas y un «cúmulo de incongruencias, de movimientos extraños», entre ellos la aparición de la camiseta del niño junto a una depuradora, punto determinante para centrar definitivamente el foco sobre ella. «Aparece en una zona buscada, la camiseta estaba seca, es ella la que propone buscarla», ha incidido refiriéndose a su vez a las continuas «mentiras» como las supuestas pérdidas de teléfonos móviles en un «espacio de tiempo muy pequeño».
«Queríamos que cometiera el último error y lo hizo la mañana del domingo cuando se vio un poco más liberada. La pena es que queríamos que nos llevase a Gabriel y nos llevó al sitio donde estaba enterrado», ha dicho.

No han querido dar detalles sobre la muerte del niño más allá de que murió asfixiado y no sufrió, pero si descartan el relato que Ana Julia realiza sobre una supuesta discusión. «Respecto a la versión que da de unos insultos, estamos convencidos de que tenemos carga de prueba suficiente para demostrar cómo ocurrieron los hechos. Hay uno importante aunque no tenga valor judicial: Ángel y Patricia han educado a ese niño en amor y respeto a la gente», ha dicho Reina.

«No, no, Gabriel no haría nunca este tipo de comentario ni insultos a los que se refiere, lo educaron en el amor y respeto a los demás», ha insistido.

Así, sin querer defender una única hipótesis sobre por qué Ana Julia acabó con la vida del niño, Reina ha sostenido que «hay un hecho evidente, que para Ángel, Gabriel era lo más importante. Los fines de semana los pasaba con él, a cualquier hora estaba con él y eso es lo más importante», ha subrayado.