El doctor Antonio Salvá en el Paseo Mallorca.

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El teléfono móvil de Antonio Salvá (Palma, 1952) no paró de sonar durante este viernes. El padre del guardia civil Diego Salvá, asesinado por ETA en el atentado de Palmanova en 2009, era una de las personas más requeridas por los medios de comunicación tras la publicación del comunicado de ETA en el que pedía perdón a los afectados por el terrorismo. Ultima Hora quiso conocer la opinión de Salvá sobre el contenido del comunicado y sobre las concesiones a los etarras.

—Toda España se ha levantado con la noticia del comunicado de ETA, ¿como se ha sentido usted?

—Al principio muy animado, pero después, cuando he leído detenidamente las palabras de la carta, me he dado cuenta de que ha sido un perdón trampa. Ellos distinguen entre dos tipos de víctimas. Si lo leemos, al principio pone 'en estas décadas se ha padecido mucho en nuestro pueblo', ¿ves? Dice nuestro pueblo. Seguimos:'(...)muertos, heridos, torturados, secuestrados o personas que se han visto obligadas a huir al extranjero'. Hablan de los suyos, se ponen a ellos como víctimas. Además piden que todos reconozcan los errores cometidos. Yo creo que los guardias civiles no tienen que pedir perdón.

—¿Porqué cree que han pedido perdón ahora?

—Estamos en proceso de aprobar los presupuestos generales del Estado, y se necesitará el voto del PNV. Creo que este comunicado ha salido en un momento clave y que es una estrategia para acercar a los presos de la organización al País Vasco. Además, su fin es desestabilizar al Estado y romper España.

—¿Como se siente usted, como víctima del terrorismo, cuando hay concesiones a los etarras?

—Siento mucha impotencia y rabia. Los homenajes a los etarras son horribles, y estas últimas manifestaciones en su apoyo que se están registrando, también. Espero que la Audiencia Nacional los juzgue por enaltecimiento al terrorismo. Aunque no sé lo que pasará, porque el Estado español es un chollo para el ladrón y el asesino.

—¿Qué necesitaría para poder perdonar?

—Para empezar, si quieren pedir perdón, que reconozcan los más de 300 crímenes sin resolver que hay y que entreguen todas las actas de negociación con el Gobierno. Si lo hacen el perdón será real, bueno e higiénico.

(Puedes leer la entrevista completa en el periódico Ultima Hora).