Santiago Abascal. | SERGIO PEREZ

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El líder de Vox, Santiago Abascal, ha rechazado este lunes cualquier apoyo a un Gobierno presidido por el socialista Pedro Sánchez junto con «golpistas, comunistas y chavistas» que prosiga con lo que ha definido como «disparatada agenda de ingeniería social y dictadura progre», todos ellos «enemigos de la nación española».

En su discurso en la sesión de investidura de Pedro Sánchez, Abascal ha agradecido que el candidato del PSOE les «excluyera» de la ronda de contactos --"así nos ahorraba la hipocresía"-- y ha descartado cualquier posibilidad de respaldar una «abstención patriótica» para evitar que tenga que formar gobierno con Unidas Podemos y los partidos independentistas catalanes.

Abascal ha comenzado mostrando su solidaridad con los guardias civiles heridos tras el último salto de la valla de Melilla protagonizado por inmigrantes, que ha calificado como «ataque a la soberanía», y recordando que entró en política para defender a su padre, militante del PP en el País Vasco amenazado por ETA.

En este sentido, ha vuelto a reclamar el contenido íntegro de las actas de la negociación entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la banda terrorista ETA y también ha censurado que se entrevistara a Arnaldo Otegi en la televisión pública.

«Más allá de pactos secretos, abandonen toda esperanza: nunca lograrán sus objetivos políticos y criminales», ha dicho el líder de Vox, que al igual que Ciudadanos ha pedido la dimisión del ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, por los incidentes en el Orgullo. Abascal ha calificado al PSOE como los «grandes arquitectos de los cordones sanitarios y las políticas de apartheid».

También ha criticado a las «voceras del feminismo» recordando que Vox representa a «muchas mujeres y homosexuales», todos ellos contrarios a que se implante lo que ha definido como «tenebrosa ideología totalitaria».