El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés (i), el presidente del Parlament, Roger Torrent (2i) y la consellera de Presidencia, Meritxell Budó (3i), durante la cumbre de gobierno y partidos catalanes para decidir si se aplazan o no las elecciones previstas para el 14 de febrero este viernes en el Parlament, que se celebra con la incógnita de si habrá consenso en torno a una nueva fecha electoral. | Efe

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La mesa de partidos catalanes ha acordado este viernes, a propuesta del Govern y sin unanimidad por la posición contraria del PSC, aplazar las elecciones convocadas para el 14 de febrero y posponerlas al 30 de mayo, dada la evolución de los datos epidemiológicos en Cataluña.

Fuentes del PSC consultadas por Efe han mostrado su «total desacuerdo» con el aplazamiento propuesto por el Govern y aceptado mayoritariamente por los partidos que han participado en la cumbre celebrada hoy en el Parlament.

Los socialistas sugerían un aplazamiento técnico al 14 o 21 de marzo, para dejar pasar lo peor de la tercera ola de la pandemia de coronavirus en Cataluña, pero el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès (ERC), ha formalizado su propuesta: el domingo 30 de mayo, fecha aceptada con más o menos dudas por la mayoría de grupos.

En los últimos días, el Govern había preparado el terreno para una posible propuesta de aplazamiento, aunque oficialmente había evitado concretarla.

Inicialmente, en el transcurso de la reunión, Aragonès se ha limitado a sugerir un aplazamiento de las elecciones a mayo o junio, según las fuentes consultadas.

En cambio, el PSC ha propuesto un «aplazamiento técnico» de las elecciones catalanas hasta el 14 o 21 de marzo, aunque sostiene que la evolución de la COVID-19 en Cataluña no justifica postergar los comicios.

Después de las intervenciones de los distintos grupos y subgrupos parlamentarios, Aragonès ha detallado su propuesta: el domingo 30 de mayo.

Una fecha que, sin embargo, se aleja más de dos meses de la que proponía el PSC, que ha planteado preferentemente el 21 de marzo, según fuentes presentes en la reunión.

El PDeCAT, por su parte, ha sugerido inicialmente como alternativa celebrar las elecciones en abril o máximo el domingo 16 de mayo, mientras que la CUP defendía condicionarlo a los datos epidemiológicos.

A la salida de la reunión, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha comparecido en rueda de prensa para exponer su posición: «Nos oponemos al aplazamiento de las elecciones y aún más si es para llevarlas al 30 de mayo, porque esta decisión no se toma en base a criterios epidemiológicos».

Iceta ha evitado adelantar si el PSC impugnará el decreto de aplazamiento del Govern, porque antes quiere leerlo con atención y comprobar si solo «cambian la fecha de las elecciones» o también «las reglas de juego», reabriendo los trámites ya cerrados del proceso electoral en curso y permitiendo modificar las listas presentadas, algo que consideraría «ilegal».