Captura de la señal Institucional de la Audiencia Nacional del extesorero del PP Luis Bárcenas. | Efe

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El extesorero del PP Luis Bárcenas ha vuelto a acusar a antiguos altos cargos como Mariano Rajoy o María Dolores de Cospedal de recibir sobresueldos con dinero de la caja B, un sistema de retribución «complementaria», ha dicho, que partió del ex secretario general Francisco Álvarez Cascos.

Ha insinuado además que, cuando sus famosos «papeles» salieron a la luz, un presunto emisario del PP le ofreció medio millón de euros por alterar los conceptos de las anotaciones y sembrar con ello dudas sobre su veracidad.

Bárcenas, en prisión por el caso Gürtel, ha regresado este lunes a la Audiencia Nacional para declarar en el juicio por el pago de casi un millón de euros con dinero de la presunta caja B del PP para la reforma de la sede de la calle Génova de Madrid, en el que se enfrenta a una petición del fiscal de cinco años de cárcel.

Su declaración se ha producido después de que la Sala descartase su petición de enfrentarse en un careo con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, a quien Bárcenas ha situado de nuevo entre los ex altos cargos que, según él, recibieron sobresueldos de la que ha llamado otra vez «contabilidad extracontable» del partido.

Ya lo dijo en la carta que envió a la Fiscalía prometiendo colaborar, y ahora también ha vuelto a mencionar desde ex secretarios generales del PP como María Dolores de Cospedal, Francisco Álvarez Cascos, Ángel Acebes o Javier Arenas; hasta exministros como Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato o Federico Trillo.

Normalmente, ha explicado, era su predecesor en la Tesorería, el fallecido Álvaro Lapuerta, quien daba las instrucciones sobre las entregas y «se desplazaba al ministerio correspondiente», después de que él, que guardaba el dinero «dentro de una caja» en su despacho, lo metiese en sobres.

La «instrucción» de operar así nació, según Bárcenas, de Álvarez Cascos ante la necesidad de tener «dinero de esas características» para atender una serie de pagos, y acabó entre 2009 y 2010, tras estallar el caso Gürtel, con la entrega de 50.000 euros procedentes de un empresario que él dividió y abonó a Rajoy y a Cospedal.

«Les doy los sobres y ellos sabrán lo que tienen que hacer», ha afirmado tras asegurar que desde junio de 2008 él realizó «siempre» «las entregas» a ambos exdirigentes.
A preguntas del fiscal, ha precisado que él lo que «llevaba era la contabilidad de la caja B», reflejada en los conocidos como «papeles de Bárcenas» que, sin embargo, él ha denominado «papeles del PP».

Aquella documentación salió a la luz en 2013 tras publicarla el diario El País -una filtración de la que se ha desvinculado y ha atribuido a una deslealtad del exdiputado del PP Jorge Trías-, y cuando aquello ocurrió, según ha insinuado, recibió una oferta de un emisario del partido.

Según su versión, el abogado Javier Iglesias le ofreció medio millón de euros por alterar información registrada en dichos papeles para crear dudas sobre su veracidad. Ese dinero lo pagarían empresarios, ha explicado Bárcenas, quien reclamó 975.000 euros porque era lo que le correspondía como indemnización.

El extesorero, que ha negado haber recibido sobresueldos porque él y Lapuerta tenían «el mayor nivel retributivo del partido» en «nómina», ha explicado que cuando el PP ganó las elecciones en 1996 «cargos importantes» como Rodrigo Rato, Mariano Rajoy, Jaime Mayor Oreja o Javier Arenas, entraron en el Gobierno y la ley les impidió que siguiesen cobrando del partido por «gastos de representación». Entonces, «la propuesta que recibe» Lapuerta era «complementar» su sueldo con «fondos de la contabilidad extracontable».

Aunque entre esos cargos no ha situado a Esperanza Aguirre, sí ha vuelto a involucrarla en el cobro de donativos de empresarios, concretamente de 60.000 euros por parte de un constructor, como hizo al declarar recientemente en el caso Púnica. Una cantidad que, sin embargo, no se refleja en sus «papeles» porque se la entregaron a la expresidenta madrileña en mano ese mismo día, que no supo situar si fue en 2007 o 2008.

Pero más allá de los pagos que Bárcenas atribuye a ex altos cargos del PP, el fiscal ha centrado su interrogatorio de esta tercera jornada de juicio en el supuesto pago en negro de la reforma de la sede de la calle Génova, de la que el actual presidente del partido, Pablo Casado, ha anunciado que prevé desprenderse por las sospechas de irregularidades en esas obras.

Bárcenas ha admitido desconocer de quién partió la iniciativa de pagar con dinero de la caja B parte de esa reforma y ha explicado que él sólo asistió a una reunión en la que Lapuerta propuso al arquitecto hacer esos pagos de forma «extracontable». «Yo no lo consulto con mis superiores porque mi superior era Álvaro Lapuerta y no sé si él se lo consultó» al entonces secretario general Ángel Acebes, ha añadido.

En aquella reunión el arquitecto Gonzalo Urquijo, propietario de Unifica, pidió consultar la oferta con su socia Belén García, que. como él, se enfrenta a 3 años de cárcel, y, cuando en noviembre de 2006 recibió la primera cantidad (184.000 euros), según aparece reflejado en sus papeles, les dijo «expresamente» que era la primera vez que le pagaban «un sueldo entero, por anticipado y en efectivo».

De este modo, ha admitido que parte de las obras se pagaron en «B», sin declararlo a Hacienda, y ha dicho que era consciente de que su comportamiento no se ajustaba a las normas «mercantiles del momento».

No obstante ha defendido no haber tributado por el impuesto de sociedades porque entendía que un partido, «en principio sin ánimo de lucro», estaba exento fiscalmente, como los sindicatos.

Respecto a la segunda acusación que pesa sobre él, la supuesta operación desde el PP para comprar acciones de Libertad Digital, Bárcenas ha señalado a Acebes como la persona que dice a Lapuerta que tiene interés en dicha adquisición con fondos del partido, y quien, junto con Eduardo Zaplana, se dedicaron a «mover» a varias personas para que suscribiesen con su dinero acciones, que después le reintegraba el partido.