La entrada en vigor del nuevo etiquetado, aplicable en tienda física y en venta online, llega tras la modificación por parte de la Comisión Europea del etiquetado de eficiencia energética que desde el 1 de marzo ya se aplicaba a cinco familias de productos (frigoríficos, congeladores, lavadoras, lavavajillas y pantallas), explica el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) en un comunicado.
La modificación conlleva la eliminación de las clases energéticas «A+, A++ y A+++», por lo que la escala de clasificación volvería a ser de siete clases que irán de la «A» (productos de mayor eficiencia) a la «G» (productos de menor eficiencia).
Al igual que en marzo, según informan desde el Miteco, «los distribuidores tendrán 14 días hábiles para efectuar el cambio en los productos» y los consumidores contarán con un código QR en las nuevas etiquetas para «acceder, a través de su smartphone, a las características y datos específicos de cada modelo».
La nueva clasificación energética conlleva que «un aparato clasificado hasta ahora como A+++ pueda pasar a etiquetarse como clase B, C o incluso inferior», sin embargo, la eficiencia energética de los productos no varía, lo que cambia es su letra, de modo que las etiquetas más frecuentes pasarán a ser de la clase «D» e inferiores.
El cambio viene motivado por la saturación en los últimos años de las categorías «A+» y superiores y el objetivo, afirma el comunicado, es contemplar la innovación tecnológica en la fabricación de aparatos para que estos consigan diferenciarse.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en 2018 la iluminación suponía un 11,75 % del consumo eléctrico de los hogares en España. Desde Miteco aseguran que «la mejora de la eficiencia energética es uno de los pilares de la transición hacia una economía baja en emisiones».
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