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El presidente de Aragón, Javier Lambán, pide una solución "a corto plazo" para la insuficiente financiación de todas las comunidades, que gastan su mayor parte en gestionar los pilares del bienestar que tienen encomendados, y con independencia de los criterios de reparto, para los que sigue exigiendo que se tenga en cuenta lo que cuesta prestar los servicios "persona a persona".

Ante el encuentro de presidentes autonómicos que se celebrará este martes en Santiago de Compostela para abordar la financiación autonómica, el presidente aragonés ve con buenos ojos el aumento de las comunidades participantes porque tendrán así "más fuerza" los planteamientos que siempre ha defendido Aragón cuando se le convoque al Consejo de Política Fiscal y Financiera para hablar del nuevo sistema de financiación.

El encuentro, recuerda en unas declaraciones facilitadas por el Gobierno de Aragón, servirá para ratificar un acuerdo adoptado en ocasiones anteriores y reeditar el alcanzado en septiembre de 2018 en Zaragoza entre Galicia, Asturias, La Rioja, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón sobre la reforma del sistema de financiación.

Se exigía ya entonces en el manifiesto rubricado entre todas ellas que no incluyera privilegios para ninguna autonomía y que se acometiera urgentemente. En la reunión de Santiago de Compostela se incrementa la nómina de autonomías participantes con la suma de Cantabria y Extremadura.

Lambán insiste en que el nuevo modelo de financiación debe tener en cuenta lo que cuesta prestar los servicios en comunidades como la suya, con una bajísima densidad de población y bastante envejecida, donde la prestación "persona a persona" es mucho más elevada que en comunidades más jóvenes.

Pero independientemente de los criterios de reparto del dinero, recalca que todas las comunidades autónomas coinciden en que la financiación es "manifiestamente insuficiente" y que, en todas ellas, cada vez "se come más del presupuesto" la gestión de la educación, la sanidad y los servicios sociales, quedando un margen para inversión "cada vez más pequeño".

Urge por ello una solución "a muy corto plazo, incluso para 2022" porque el incremento del gasto sanitario es exponencial con una población cada vez más envejecida y con mayores y más caros tratamientos y es un problema común de las autonomías, tanto de las pobladas como de las menos pobladas.