En el ámbito escolar, la ley contempla el reparto de forma gratuita de métodos barrera de anticonceptivos en centros educativos vinculado a campañas sobre educación sexual.

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El anteproyecto de la ley del aborto que este martes tiene previsto aprobar el Consejo de Ministros contempla la distribución gratuita de la píldora del día después en los centros de salud, así como en los servicios de salud sexual y reproductiva. Según han informado fuentes de Igualdad, entre las novedades que incluye la ley del aborto se encuentra el acceso gratuito a este anticonceptivo de emergencia, que a día de hoy se puede comprar sin receta en las farmacias a un precio de alrededor de 20 euros y que algunas comunidades ya prescriben de forma gratuita en los centros de salud.

La anticoncepción ocupa un capítulo especial de la nueva ley impulsada por el Ministerio que dirige Irene Montero, que establece que las píldoras anticonceptivas de última generación volverán a estar cubiertas por la Seguridad Social, después de que la sanidad pública dejara de financiar varias de ellas en 2013 tras años incluidas en el catálogo. También se promoverán los métodos de anticoncepción masculina, para que ésta no sea sólo una responsabilidad de las mujeres.

Igualdad pone el foco en la educación sexual y establece su obligatoriedad en las principales etapas educativas. Para ello, se formará en educación sexual y menstrual a profesores y también a funcionarios de prisiones y trabajadores públicos. En el ámbito escolar, la ley contempla el reparto de forma gratuita de métodos barrera de anticonceptivos en centros educativos vinculado a campañas sobre educación sexual (algo que también se hará en centros sociales y penitenciarios). Se crearán centros públicos de atención especializada en salud sexual y reproductiva y una línea de atención telefónica.

La nueva ley garantizará el aborto en la Sanidad Pública y pone especial énfasis en la cercanía del domicilio de las mujeres con el objetivo de acabar con los desplazamientos a cientos de kilómetros que cada año realizan cientos de mujeres para interrumpir su embarazo. El anteproyecto del Gobierno elimina los tres días de reflexión hasta ahora obligatorios y la entrega de información sobre las alternativas y ayudas en el caso de seguir adelante con el embarazo, a no ser que la mujer lo solicite.

La ley garantizará la objeción de conciencia como un derecho individual y será regulada del mismo modo que en la Ley de Eutanasia para garantizar que siempre haya personal disponible para la Interrupción Voluntaria del Embarazo. En este sentido, la norma deja claro que quien se declare objetor, lo será tanto en la sanidad pública como en la privada. Con esta ley, las mujeres de entre 16 y 17 años podrán interrumpir voluntariamente su embarazo sin necesidad de ningún permiso y las mujeres que se sometan a un aborto tendrán derecho a una baja incapacitante, al tiempo que se incorpora la provisión de asistencia y acompañamiento integral y especializada en los casos de interrupción del embarazo.

En cuanto a la salud menstrual, por primera vez una ley le dedica un apartado con medidas como una baja específica para las mujeres que tengan reglas muy dolorosas e incapacitantes que será financiada 100 % por el Estado. En los institutos, prisiones, centros de la mujer, centros cívicos, centros sociales, organismos públicos, etc, se repartirán gratuitamente productos como tampones, compresas o copas menstruales con el objetivo de acabar con la pobreza menstrual. En cuanto a la maternidad, se fomentarán las buenas prácticas en todas las etapas del embarazo, especialmente, en el parto y en el postparto y se incorporará la baja preparto desde la semana 39 de gestación, que no consumirá ningún día del permiso de maternidad.