El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la presentación del balance de la siniestralidad vial de este verano | Efe

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El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido que se investiguen los insultos que recibió el niño acosado en una escuela de verano realizada en las instalaciones de un colegio en Lloseta (Mallorca), después de que la familia del menor afectado lo haya denunciado. «Esos hechos son de una gravedad manifiesta», ha sentenciado este lunes el ministro del Interior durante la rueda de prensa en la que ha presentado el balance de siniestralidad de Tráfico del verano 2022. Aunque ha asegurado que desconoce la denuncia de los padres del menor o las actuaciones que se hayan podido desarrollar de oficio por la Fiscalía, Grande-Marlaska ha señalado que «evidentemente» estos hechos «tienen que ser investigados».

Según confirmó la Guardia Civil, la familia denunció el caso de bullying este viernes y, a partir de ese mismo momento, el Equipo de la Mujer y del Menor (EMUME) del Instituto Armado se ha hecho cargo de la investigación. Los hechos se conocieron este jueves, cuando el hermano mayor del afectado denunció en redes sociales el caso de bullying en una publicación viral en la que explicaba el sufrimiento del pequeño. «Ha llegado a casa y lo primero que ha hecho es echarse a llorar y decir que esta vida es una mierda, que no quería vivir más», publicó el joven en su cuenta de Instagram. El incidente sucedió el miércoles en las instalaciones de un colegio de Lloseta, cuando el pequeño llevó una tarta a la escuela para celebrar su cumpleaños, pero sus compañeros, en vez de cantarle 'cumpleaños feliz', modificaron la letra de la canción llamándole «gordo», «foca» y otros insultos.

Siguiendo con el relato publicado en redes, después de esto el niño se sentó solo en el patio y el grupo de niños continuó acosándole. El joven indicaba en esta publicación que su hermano «lleva cuatro años en ese colegio aguantando insultos, peleas, escupitajos y más», y acusaba a los profesores de «hacer la vista gorda». Además, lamentaba que un niño de tan corta edad diga que quiere quitarse la vida y advertía de que «la mayoría de suicidios empiezan por tonterías como estas».