Playa de Can Pere Antoni.

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Los días de verano en las principales ciudades españolas han pasado de 90 a 145 en los últimos 50 años, según un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que constata que las olas de calor diurnas se han multiplicado casi por siete y las nocturnas casi por once en las últimas décadas. El estudio, elaborado por el Centro de Política de Suelo y Valoraciones (CPSV) de la UPC, se ha presentado este martes en la asamblea general del European Geoscience Union (EGU), en Viena (Austria). Según la investigación, en las principales ciudades de España el incremento medio de las temperaturas ha subido 3,54 °C entre 1971 y 2022, una de las anomalías climáticas más acusadas del mundo. Además de un incremento de dos meses de días cálidos, las noches tropicales han aumentado en 18 y han pasado de una media de 45 a 63 desde 1971, según el estudio, que recuerda que 2022 fue el segundo año más cálido registrado en Europa, con 0,9 °C más de media, y que en muchos países del suroeste de Europa, fue el año más cálido.

Según los investigadores, las mayores anomalías de temperatura tuvieron lugar en el noreste de Escandinavia y en los países que bordean el noroeste del mar Mediterráneo, aunque la temperatura media del Mediterráneo tiene un mayor aumento que la media global y es un factor clave para explicar el aumento de las temperaturas en España. El Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la UPC, vinculado a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), ha analizado el proceso de calentamiento en las principales áreas urbanas españolas desde 1971 hasta 2022 analizando datos de 21 estaciones meteorológicas de toda España. En concreto ha estudiado Barcelona (con datos de las estaciones meteorológicas del Observatorio Fabra y del aeropuerto del Prat), Madrid (parque del Retiro y aeropuerto), Valencia, Zaragoza, Sevilla, Málaga, Bilbao, Valladolid, Ciudad Real, Badajoz, Asturias, La Coruña, Ourense, Murcia, Logroño, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife.

El estudio, que remarca el peligro para la salud que suponen las olas de calor, recuerda que en el verano de 2022 hubo en España 22.249 muertes adicionales respecto a la mortalidad esperada, de las que al menos 4.732 se debieron a las elevadas temperaturas. El estudio concluye que el incremento medio de las temperaturas en las principales ciudades de la España peninsular ha subido 3,54 °C con respecto a las máximas, 2,73 °C en el caso de las mínimas, y que el año 2022 ha sido el año más cálido desde que se tienen registros.

Se disparan las olas de calor

El estudio también presenta las olas de calor diurnas (Diurnal HeatWaves, DHW) y nocturnas (Night HeatWaves, NHW) registradas en las ciudades estudiadas, considerando ola de calor cuando hay tres o más días con temperaturas superiores al percentil 95 % de los meses de julio y agosto, y ha constatado que el aumento de las oleadas de calor diurnas y nocturnas es constante. Las olas de calor diurnas han pasado de tres, como media anual en el conjunto de las estaciones estudiadas en la década 1971-1980, a 9,4 en el período 1981-1990; a 8,8 en el de 1991-2000; a 13,7 en el de 2001-2010; a 15,8 en el de 2011-2020, y a 21,9 en la década 2013-2022. En cuanto a las olas de calor nocturno han pasado de 2,7 en la década 1971-1980, a 6,8 (1981-1990); a 8,8 (1991-2000); a 20,7 (2001-2010); a 25,7 (2011-2020), y a 30 en la década 2013-2022.