La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (c) y la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet (d). | Efe - FERNANDO VILLAR

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha exigido al Gobierno central un plan capaz de «suministrar servicios públicos y atención» ante la «tremenda oleada de personas que utiliza Canarias como puerta de entrada» a Europa, en vez de enviarlos «por la noche» y «de tapadillo» a la Península desde las Islas.

«No podemos desatender a las personas que se juegan a la vida para llegar a nuestro país ni podemos ser cómplices del negocio despiadado e inhumano de las mafias que trafican con ellas», ha remarcado la dirigente madrileña en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que se ha celebrado en el municipio de Alcalá de Henares, donde el Ejecutivo ha instalado a más de 1.200 de estos migrantes en el acuartelamiento Primo de Rivera.

Ayuso ha denunciado que la situación con la inmigración empieza a ser «ya insostenible» y que, pese a esto, las administraciones autonómicas y locales no tienen «información». Tampoco, según ha criticado, existe «colaboración real» con el Gobierno central, «que es quien tiene las competencias y quien puede tomar cartas en el asunto».

La presidenta regional ha incidido en que para que «la integración sea efectiva cada persona que se encuentra en Madrid tiene que recibir unos servicios públicos de calidad». Considera que esto es imposible si no se conoce «el origen de estas personas, cuántas son, qué circunstancias personales arrastran» o «qué edades tienen».

Además, ha hecho hincapié en que los vecinos en este caso de Alcalá «tienen derecho a saber con qué personas conviven» y cree que están «preocupados por la imagen que pueden estar dando de su ciudad a los visitantes». «Somos conscientes de que esta es una situación muy delicada y que es vital abordarla con humanidad y sensibilidad. Por eso necesitamos un plan capaz de suministrar servicios públicos y atención. Es imprescindible contar con información lo más precisa posible de la tremenda situación», ha remarcado a continuación, al tiempo que la ha calificado de «auténtico caos».

Para la jefa del Ejecutivo regional, el Ejecutivo central «no puede seguir enviando a los inmigrantes por la noche en aviones de tapadillo». Según ha denunciado, así no van a poder ayudarles ni a ellos ni a los vecinos que están recibiendo «estas llegadas masivas». En concreto, Ayuso ha hecho balance de la situación de Alcalá de Henares.

En el municipio han llegado más de 1.200 personas, «una cifra que no deja de crecer», y en el centro de acogida que ha dispuesto el Gobierno «ya se han producido varias reyertas graves, incluidas algunas protagonizadas por personas que ya han estado detenidas por la Policía Nacional», así como ha habido «agresiones sexuales a algunas mujeres del municipio, según han denunciado». "Se producen peleas dentro y fuera del centro.

Se ha detectado también un brote de sarna, del que se ha hecho cargo la Comunidad de Madrid para tratar a ocho inmigrantes, y evitar que se propague a los demás y, por tanto, protegerles. Faltan recursos sanitarios en este centro«, ha sostenido a renglón seguido. Ayuso ha criticado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya pasado de presidir el Ejecutivo »de la foto de Aquarius a presidir el Gobierno de las cámaras de seguridad del aeropuerto«, donde se ve »como por las noches de tapadillo introducen con total frialdad y con total irresponsabilidad a personas.

Cree que, de esta forma, se está «alentando» el «drama humano que supone la inmigración irregular sin control». En este sentido, ha criticado que este miércoles hayan visto «en las noticias» como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, «volvía a repartir inmigrantes, en este caso en el centro de Aluche». «Se trata de abordar el problema desde el inicio, no de repartirlo. Estamos haciendo nos un flaco favor todos», ha zanjado.

Por su parte, la alcaldesa del municipio, Judith Piquet, quien ha acompañado a la presidenta en su comparecencia, ha criticado que en los últimos días «la imagen de Alcalá» haya sufrido «un quebranto absolutamente injusto por unos incidentes provocados por la falta de previsión, por la insensibilidad y por la incompetencia del Gobierno central» «Todos somos conscientes de lo que ha pasado estos días en la ciudad. No es la imagen que queremos dar. Por eso tenemos que seguir denunciando, trabajando y alzando la voz para que Alcalá de Henares recupere su esplendor», ha señalado, al tiempo que ha defendido que su ciudad es «abierta» y «solidaria».